Meaño salvó la edición más complicada hasta la fecha del Encontro co Viño de Autor. Así lo reconocía el presidente Francisco Dovalo al término del evento: "Ha sido sin duda el año más difícil en cuanto a organización -afirma-, hubo que sortear muchas dificultades y asumir unos riesgos mayores". "Sabíamos -continúa- que era probable que los bodegueros tuviéramos que ir este año al bolsillo para financiar los gastos, y hoy, una vez finalizado, confirmamos que así será. A falta todavía de cerrar cuentas somos conscientes de que no cubrimos ni los gastos". Y es que las previsiones de público y ventas no se cumplieron. "Nos quedamos en un 80-85 por ciento de lo que pensábamos" reconocía ayer Dovalo. "Hubo momentos buenos como la noche de sábado y el domingo, pero el lunes, día del Apóstol, estuvo mucho más bajo de lo previsto. El excesivo calor tampoco ayudó a la afluencia de gente que eligió la playa para contrarrestar el calor".

A falta de cifras oficiales -la organización es esquiva para ello- una estimación de ventas realizada entre los propios bodegueros arroja un total de 1.400 botellas vendidas en las cuatro jornadas, lo que supone una media de 350 botellas diarias, lejos de aquellas 3.500 que la feria vendía en sus mejores años. No obstante, Francisco Dovalo busca el lado positivo: "Fue un logro sacar adelante el Encontro en su año más difícil, y somos conscientes de que para el 20 aniversario tenemos que darle un giro".

En su alocución tras la entrega de premios Dovalo ensalzaba el vino meañés: "A menudo se nos olvida que fueron los albariños de Meaño los que en su día impulsaron la fiesta de Cambados", recordó.