La prolongada sequía y el turismo están poniendo al límite la capacidad de funcionamiento de la estación depuradora de Treviscoso (Vilanova), que es la que abastece de agua potable a la práctica totalidad de la comarca de O Salnés. El gerente de la Mancomunidade do Salnés, Ramón Guinarte, señala que por el momento aún no se han encendido las alarmas, pero admite que si en la primera quincena del mes que viene se mantienen las previsiones de afluencia de visitantes y las condiciones meteorológicas, la planta volverá a tener dificultades para garantizar el suministro de agua, tal y como ya ocurrió hace un año en agosto.

Los problemas de la depuradora de Treviscoso se deben a que solo dispone de un depósito para el almacenamiento de 10 millones de litros de agua, y esta cantidad es muy escasa en determinados momentos del verano. La sequía y el calor motiva que se gaste mucha más (piscinas, riegos, duchas?), y la afluencia de visitantes también supone que se dispare el consumo. Si se tiene en cuenta que según las previsiones del propio sector hotelero se calcula que este año habrá en O Salnés un cinco por ciento más de turistas, todo apunta a que la depuradora de Treviscoso volverá a estar al límite de su capacidad en apenas 15 días.

Ramón Guinarte recuerda que a principios de agosto de 2015 "hubo un momento en que pensamos que no íbamos a ser capaces de mantener el suministro". Señala que en la estación hay tres bombeos, de los cuales solo funcionan al mismo tiempo dos, quedando el tercero como reserva. Pero el año pasado uno de ellos se estropeó. "Lo enviamos a reparar, pero entonces se nos quemó otra bomba. Y como con los consumos de agua que hay en agosto una sola no llega, tuvimos que ponernos a buscar como locos otra. Pero en toda Galicia no había ninguna".

La situación era extrema, pero la Mancomunidade (responsable del abastecimiento de agua potable a los concellos, que a su vez la distribuyen a los usuarios) la solventó instando al Ayuntamiento de Sanxenxo a tomar la práctica totalidad de su suministro de la red de Pontevedra, e instalando una bomba más pequeña que encontraron tras muchas llamadas. "Fueron momentos críticos, pero al final nadie lo notó", prosigue Guinarte.

Problemas en O Grove

Aunque el problema no es nuevo. De hecho, siendo aún presidente comarcal el ya fallecido Jorge Domínguez, la Mancomunidade tuvo que pedir explícitamente moderación al consumir agua, y que no se regasen los jardines y zonas verdes porque había problemas de suministro. En O Grove incluso se quedaron sin agua en algunos momentos del día por falta de presión de la red.

La planta de Treviscoso tiene un depósito de 10 millones de litros, pero el consumo en verano llega a los 27 millones diarios. Eso obliga por una parte a las bombas a funcionar constantemente, con lo que las posibilidades de avería son mayores. Y aún así, es difícil almacenar suficiente líquido para atender una eventual emergencia. Los alcaldes saben desde hace tiempo que urge ampliar la planta.

"Hace cinco años que ya avisamos de que estábamos llegando al límite (prosigue el gerente de la Mancomunidade) y de que era urgente ampliar la depuradora. Lo que pasa es que después llegó la crisis y los consumos de agua bajaron mucho, con lo que pasamos un tiempo tranquilos". "Pero el año pasado volvimos a los niveles de consumo de hace cinco o seis años, e incluso se superaron, por lo que volvieron a saltar las alarmas".

Así las cosas, y tras el susto del verano pasado, la Mancomunidade procuró hacer los deberes con tiempo. Por un lado, planificó durante el invierno una revisión exhaustiva de todas las bombas, para evitar sobresaltos. Y por otro, volvieron a llamar a la puerta de la Xunta de Galicia para recordar que el suministro de agua en la comarca más turística de Galicia puede correr peligro si se dan una serie de condiciones adversas. Para resolverlas harían falta dos obras, pero aunque la conselleira de Medio Ambiente, Ethel Vázquez, reconoció que son "prioritarias", a día de hoy la Xunta no ha iniciado la tramitación administrativa de contratación de ninguna de las dos.

Las dos prioridades

La Mancomunidade, con el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, a la cabeza, planteó como "prioridad 1" el desdoblamiento de la tubería de agua que va a O Grove. La razón es que "es una tubería muy antigua que ya nos ha dado algún susto. Y aunque se han hecho pruebas de presión, y parece que por el momento aguanta no queremos arriesgarnos más". Hoy en día, si dicha canalización colapsase, todo O Grove quedaría durante días sin agua corriente. La obra fue presupuestada en unos dos millones de euros.

La "prioridad 2" se le dio a la ampliación de la planta de Treviscoso. El objetivo sería construir un segundo depósito, pero éste de 15 millones de litros, para que en la depuradora hubiese suficiente reserva para salir del paso ante un contratiempo. "En la situación actual, con un depósito solo, tenemos que llenarlo tres veces al día, lo que supone tener las bombas funcionando prácticamente sin interrupción", remacha Guinarte.

El suministro de agua es, hoy por hoy, una de las grandes infraestructuras pendientes en O Salnés, junto a la autovía de Vilagarcía a Pontevedra o la conclusión del saneamiento integral de la ría.