La Guardia Civil de Pontevedra es contundente: ni ha encontrado ninguna embarcación a la deriva en la zona donde el lunes murió ahogado un presunto furtivo de O Grove, y otros dos sobrevivieron; ni le consta que haya ninguna denuncia de desaparición de una embarcación en esa localidad. No obstante, tras el accidente que le costó la vida a Víctor Manuel López Conde, de 44 años, miembros de los equipos de emergencias que participaron de una u otra forma en el operativo aseguraron haber visto a la deriva, entre aguas, una pequeña "chalana" ¿Iban en ella López Conde y sus dos compañeros de travesía? Esa es una pregunta que la Guardia Civil aún no puede responder en estos momentos, según admiten fuentes de la Comandancia.

En lo que respecta a Víctor Manuel López, en las últimas horas se le hizo la autopsia. Tal y como ya dijeron los investigadores en un primer momento, los forenses no apreciaron indicios de criminalidad o de intencionalidad en la muerte del arousano, y la hipótesis más probable del óbito es el ahogamiento.

El accidente

El accidente se produjo sobre las 3 de la madrugada del domingo al lunes, en la zona que va de la península de O Grove a la isla de A Toxa. El muerto, de 44 años, y dos compañeros suyos -vecinos como él de O Grove, y de 41 y 19 años, L.M.S.F. , "Rafita" y A.B.D., "Garrapata", respectivamente- se encontraban en esa zona, con la presunta intención de hacerse con marisco de forma ilegal, que luego venderían clandestinamente por las casas o establecimientos hosteleros poco escrupulosos. El único de los tres que logró llegar a tierra por sus propios medios fue el más joven, que empezó a recorrer los chalés de la isla de A Toxa pidiendo ayuda. Tardaron en abrirle la puerta, y los primeros en hacerlo fueron quienes dieron el aviso al 112.

Desde la central de emergencias se movilizó un amplio operativo, en el que participaron desde los Gardacostas de Galicia, con el helicóptero "Pesca 1" hasta el Servicio Municipal de Emerxencias y la Guardia Civil.

L.M.S.F. fue localizado sobre una roca, cuando el agua ya le llegaba al pecho y empezaba a mostrar los primeros síntomas de hipotermia. Y Víctor Manuel López fue localizado apenas unos minutos más tarde, ya cadáver, a la altura del hoyo 1 del campo de golf.

Almeja u ostras

Otro aspecto pendiente de determinar es qué hacían los tres hombres en A Toxa a esas horas. Se cree que estaban mariscando o pescando ilegalmente (dos de ellos, incluido la víctima, ya tenían antecedentes por furtivismo), pero no se puede determinar si habían ido a extraer almeja o si en cambio su objetivo eran las nasas de pulpo que hay por la zona o incluso las cuerdas de ostra de las bateas de O Galiñeiro.

Aunque en un primer momento la hipótesis que se barajó con más fuerza fue la de que fuesen a extraer almeja, esa posibilidad parece perder peso habida cuenta de que los vigilantes de la cofradía hicieron alguna pasada por esa zona durante la noche y no vieron nada extraño. Además, las intensas pleamares y corrientes que había a esas horas del lunes (la luna era llena) hacían, según personas conocedoras de la costa grovense, prácticamente imposible mariscar allí, y más teniendo en cuenta que ninguno de ellos tenía experiencia como pescador, más allá de algún eventual escarceo como furtivo.

Una conjetura que se está investigando es que se habían hecho con una pequeña "chalana" en mal estado, y que presuntamente habían ido con ella hasta las bateas de O Galiñeiro, en algunas de las cuales se cultiva ostra. Fuentes consultadas aseguran que es un producto que aún tiene demanda en el mercado negro, y que suele venderse a entre un euro y 1,20 euros la unidad.

En cualquier caso, lo que sí se da por hecho es que el accidente que le costó la vida a Víctor Manuel López se debió a que se vieron sorprendidos por la rapidez con que subió la marea en una zona donde incluso se forman remolinos de agua. Uno de los supervivientes, de hecho, manifestó a sus allegados el lunes que cuando ya regresaban a tierra la embarcación les dio vuelta de quilla y que se rompió, haciendo ya imposible la navegación.

El disparo

Víctor Manuel López Conde ya tenía historial delictivo, además de antecedentes por furtivismo. En 2011 un guardia civil le disparó un tiro en una pierna -lo que le fracturó el fémur- porque supuestamente intentó atacar con un punzón a otro agente de la autoridad.

Ocurrió de madrugada, a las afueras de un almacén de venta al por mayor de alimentos situado en Vilalonga (Sanxenxo). La patrulla acudió tras sonar la alarma del negocio, y cuando llegaron vieron dos butrones en sendas paredes. Del más grande salió corriendo López Conde, supuestamente con el punzón en alto.