El campeonato de tiro al pichón -o tiro al vuelo- de este año ya es historia. Para la asociación animalista Libera ha sido "un fracaso" y ha pasado sin pena ni gloria, pero esto no implica que vayan a parar en su campaña para que la Xunta de Galicia prohiba esta actividad. La organización emitió ayer un comunicado, coincidiendo con la última jornada del torneo, en el que anuncian que en los primeros meses de la próxima legislatura autonómica intentarán que la abolición se debata y vote en el Parlamento de Galicia en forma de Proposición no de Ley. Según Libera, ya tienen el apoyo de la izquierda, y ahora esperan el del PP. En este sentido, están convencidos de que también lo conseguirán.

La entidad considera que "la postura del alcalde de O Grove (contrario al campeonato) y la nueva política de gestión del Gran Hotel constituyen argumentos de peso para que la totalidad de los diputados realicen una valoración consecuente con el bienestar animal". Libera explica que su intención era que esta Proposición no de Ley se abordase en la Cámara autonómica ya en la presente legislatura, pero que finalmente los tiempos se les han echado encima, de ahí que hayan optado por esperar a la constitución de la siguiente, tras las elecciones de otoño.

El campeonato de tiro al pichón de O Grove concluyó ayer domingo, tras cinco días de tiradas. Esto supuso una de las programaciones más cortas desde que se celebra este evento en la isla de A Toxa, pues otros años duraba hasta 10 jornadas. Se disputaron únicamente las tiradas federativas y el campeonato de España, pero se eliminaron las tiradas sociales, que se habían instaurado en 2012. Eso supuso también un recorte en los premios, que pasaron de los 150.000 euros que llegaron a repartirse en los mejores años del torneo, a los apenas 45.000 de la presente edición.

El tiro al pichón, o tiro al vuelo, se celebra en A Toxa desde hace un siglo, y llegó a reunir a 400 tiradores en los mejores años, algunos de ellos procedentes del extranjero. Fue durante décadas una actividad que dejaba enormes ingresos en la isla y el resto de O Grove debido al elevado poder adquisitivo de los participantes, pero desde casi una década el campeonato está en decadencia, primero por la obligación de sustituir los perdigones de plomos por los de porcelana, y después por la presión de los grupos ecologistas y animalistas, como Libera. Esta entidad alega que a los polluelos se les recortan las alas antes de dispararles, y han reunido en la página de Change 20.600 firmas en contra del campeonato.