La Guardia Civil ha detenido a un vecino de Vilagarcía, D.R.P. de 38 años de edad, al que imputa un delito de estafa por expedir certificaciones falsas para manipular maquinaria de la construcción, en concreto por cursos de prevención de riesgos laborales. Además se investiga al mismo hombre por sendos delitos contra la propiedad industrial y hurto ya que, al parecer, se quedó con el ordenador de una academia. El Instituto Armado ha podido confirmar que al menos tres personas han pagado por cursos sin ningún tipo de respaldo oficial, si bien la investigación sigue abierta para determinar el alcance de la supuesta estafa y advertir a las potenciales víctimas, toda vez que pueden estar trabajando con maquinaria de la construcción avalados por certificaciones falsas. Ello no solo entraña un riesgo para su propia integridad física, sino también para terceras personas.

Fue durante el mes de junio cuando una academia de enseñanza no reglada y perfeccionamiento profesional ubicada en la comarca de Arousa puso a la Guardia Civil tras la pista de este presunto estafador. Un responsable del centro denuncia en el puesto de Vilagarcía que una persona le había solicitado una copia de la certificacion de un curso de prevención de riesgos laborales que supuestamente había realizado en dicho centro. El gerente de la academia sospechó de inmediato de que algo irregular podía estar ocurriendo, ya que ese supuesto cliente no figuraba registrado como alumno. No solo eso, sino que la razón social de su centro de formación figuraba también de forma indebida en una segunda certificación expedida a nombre de otra persona en idénticas condiciones. Las alarmas saltaron definitivamente cuando otro supuesto alumno se presentó en la academia solicitando que le impartiesen clases prácticas para la manipulación de maquinaria de la construcción, alegando que tenía una habilitación para su uso expedida por un profesor del centro aunque sin haber realizado las prácticas necesarias.

A raíz de la denuncia,efectivos de la Guardia Civil de Vilagarcía comienzan a investigar el entorno de este profesor, que desde finales del año 2015 no imparte clases en la academia. Pudieron constatar que al menos había expedido, previo pago de 120 euros por cada una, tres certificaciones de asistencia a cursos no realizados a otros tantos alumnos que desconocían las prácticas irregulares de este individuo. D.R.P. extendía los certificados con el membrete de una empresa ficticia, no homologada y con un código de registro falso de la Fundación Laboral de la Construcción, que debería legitimar el documento.

El cúmulo de irregularidades detectadas en estas certificaciones son penalmente sancionables, indica la Guardia Civil. En ellas incluso se llegaba a acreditar la realización de cursos en días no laborables, lo que se une al hecho de que la acción formativa que supuestamente acreditaban -operador de máquinas y vehículos de movimiento de tierras- no ampara la conducción y uso de este tipo de maquinaria, como el profesor hacía creer a los alumnos. De ser legales, tales certificaciones únicamente acreditarían el conocimiento de las prevenciones de riesgos laborales que en el uso de este tipo de vehículos.