Presitigiosos sumilleres y enólogos belgas han participado esta semana en ua misión inversa en la Denominación de Origen Rías Baixas, una actividad dirigida por el consultor Germán Muñoz, de Terroir 34, quien destacó que todos los participantes "se sorprendieron mucho con la capacidad de guarda de estos vinos", unos caldos que deben consumirse en el año.

En este sentido, Muñoz indicó que la fantástica acidez natural "sirve para desarrollar los vinos a lo largo del tiempo y que les aporta unos toques más complejos".

Este tipo de singularidad en las variedades de uva, a juicio de este profesional, "solo se ve aquí y en el valle del Mosela, Alemania".

La misión inversa llevó a los participantes a la subzona del valle do Salnés, Condado de Tea y O Rosal, donde tuvieron la oportunidad, no solo de realizar catas verticales, sino también de degustar elaboraciones especiales y los tintos y espumosos de Rías Baixas. Sobre ellos, Germán Muñoz aseguró que "les han sorprendido bastante ya que este tipo de elaboraciones no son tan conocidas como los blancos".

Muñoz destacó la importancia de desarrollar este tipo de visitas con el fin de extender el conocimiento de la denominación y de su amplia variedad de elaboraciones entre los prescriptores y profesionales del Benelux, no en vano Holanda es el secto mercvado de exportación de Rías Baixas.

El pasado año se exportaron a dicho país un total de 207.400,75 litros de vino por un valor de 729.028,59 euros.