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Carrera solidaria para cerrar el curso

Los alumnos del Becerra Malvar realizan tres recorridos deportivos diferentes

Momento del recorrido realizado por los alumnos del Becerra Malvar a favor de Save the Children. // Iñaki Abella

Cerrar el curso con una carrera solidaria es el mejor colofón a un año entero de educación en mayúsculas y los alumnos del Julia Becerra Malvar (Ribadumia) consiguieron nota en su propósito de ayudar a la ONG Save the Children, una organización que pretende socorrer a la infancia de los países más necesitados del mundo.

Profesores, padres y alumnos se involucraron al máximo durante la hora y media de recorrido, aproximadamente, por el patio del colegio, el pabellón municipal y las calles de los alrededores.

Una verdadera marabunta infantil recorrió el trazado de la pequeña localidad saliniense para demostrar que se puede ser solidario con un pequeño gesto, sin que sea necesario invertir grandes fortunas.

La propuesta es muy asequible a cualquier familia aunque algunos padres han tenido que rascarse más el bolsillo que otros. La idea de la carrera es que por cada vuelta que dé el participante pague uno o dos euros, para entre todos alcanzar los fondos previstos.

Y la fórmula que se planteó a los alumnos consistió en que se buscaran a sus propios patrocinadores, obligación que recayó, como era de esperar, en sus padres.

Pero como la cantidad a pagar es mínima y el tiempo limitado, lo cierto es que a casi nadie se le quebró la economía del mes. De ahí las sonrisas de atletas y público.

Los corredores no se amilanaron en ningún momento a pesar de que el calor de la mañana hizo aumentar el número de remisos, aunque aún así, los menos dispuestos completaron el mínimo recorrido imprescindible, sobre todo para colaborar con la causa que defiende la asociación internacional de ayuda a la infancia Save the Children, para la que ninguna ayuda se considera insignificante.

Y para que la carrera no implicase la extenuación de los participantes en la misma, la organización repartió agua y fruta en los distintos recorridos, sobre todo para que los alumnos pudieran recuperar las fuerzas y dar el máximo número de vueltas posible al circuito.

Se echó en falta la participación del profesorado y de los padres de alumnos del Becerra Malvar en una carrera a la que nadie encuentra un fin porque la meta es ayudar a la población más indefensa de países con problemas bélicos.

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