El atropello registrado al filo de las 21.40 horas del domingo en Lordelo (O Grove) se saldó finalmente con tres heridos, todos recuperados satisfactoriamente. La familia es contundente y advierte de que "los responsables de esto tienen que responder ante la justicia", a lo que añade que "aquello pudo convertirse en una auténtica carnicería, ya que en la otra acera hacía en ese instante un centenar de personas, entre ellas muchos niños".

Hay que recordar que un turismo conducido por un hombre de 27 años que responde a las iniciales C.P.B., carece de carné -nunca lo tuvo- y dio positivo en el control de drogas -por consumo de cocaína- invadió la acera y arrolló a Jesús Santiago Radío Vidal, de 68 años; a su esposa, María García Padín, de 69; y a uno de sus hijos, Esteban Radío García, de 39.

Como consecuencia del fuerte impacto sufrieron heridas de diversa consideración por las que fueron trasladados al hospital de Montecelo, donde ayer por la mañana fueron dados de alta la mujer y su hijo. El cabeza de familia permanecía en observación por si pudieran aparecer complicaciones, ya que había regresado a casa hace apenas quince días tras ser sometido a una compleja operación quirúrgica en el corazón, la segunda en el plazo de un mes y medio.

En cualquier caso "parece totalmente fuera de peligro y en cuestión de horas volverá a casa", declaraba a media mañana su otro hijo, Santiago Radío, quien aún no se había recuperado del susto y el enfado que le provocó lo ocurrido.

Al preguntarle por ello explica que el conductor "se comportaba de una forma extraña; tanto que se preocupaba por esconder todo lo que llevaban él y su acompañante antes de que les registraran el vehículo, e incluso se atrevieron a decir que la culpa no había sido suya, sino que responsabilizaban a quienes habían puesto sobre la acera las mesas y las sillas en las que estaba mi familia".

Sin dar crédito a esto, Santiago Radío añade que "el turismo iba demasiado rápido y pegó un volantazo, por lo que tras golpear con el bordillo de la acera derecha, que es muy alto, salió rebotado hacia el lado izquierdo, en el que estaban mis padres y mi hermano".

Parece que, "afortunadamente, se estaban levantando porque se marchaban, ya que si llegan a seguir sentados habrían acabado aplastados". Y esa suerte es la que habrían tenido también los que jugaban sobre la acera de la derecha, ya que "había una gran cantidad de personas allí, jugando y divirtiéndose, que pudieron acabar muertas o malheridas".

Este grovense, que también había estado en el lugar justo antes, deja claro que él y su familia van a presentar denuncia contra "esos dos individuos" a los que dice conocer "solo de vista" y que "iban drogados". Para terminar resalta que "lo ocurrido fue tan grave que incluso hubo un pequeño intento de linchamiento de esos dos personajes" y sentencia que "lo más triste de esto es que mientras mi familia aún estaba en el hospital ellos ya andaban por la calle".

La Policía Local de O Grove, que se personó inmediatamente en el lugar de los hechos e instruyó las diligencias oportunas, imputa a los dos ocupantes del turismo que invadió la acera. En el caso del conductor se hace "por haber dado positivo en la prueba de consumo de drogas -no así en la de alcohol- y conducir sin carné", mientras que al acompañante y propietario del turismo, J.C.J, de 39 años, se le considera "cooperador necesario". Pertenecen a dos conocidas familias de la localidad.