La paralización de las obras de la casa da cultura de O Esteiro ha abierto una importante brecha política en Vilanova. Ayer volvió a saltar el tema a la palestra en un punto que nada tenía que ver, una moción socialista sobre protocolos de prevención de la violencia de género en el trabajo, a cuya lectura, respondió Durán con un "nosotros también lamentamos que siga paralizada la obra de O Esteiro, por eso vamos a votar en contra, como haremos con todas sus propuestas mientras no se reanuden las obras".

Es más, les emplazó a negociar con otros grupos políticos la presentación de "aquellas mociones que consideren importantes, porque si las presentan ustedes, no vamos ni a a debatirlas". Ante la sorpresa de los socialistas, que llegaron a preguntarle si no estaba en contra de la violencia de género, Durán respondió con un "si, pero también estoy en contra de la violencia que ejerce la Diputación con los vecinos de este Concello, con el diputado provincial -en alusión al portavoz socialista, Javier Dios- como cómplice".

Dios le recordó que en el pleno de Vilanova es concejal, y justificó la decisión de paralizar las obras de O Esteiro en la existencia de una línea de media tensión que no aparecía en el proyecto, por lo que "se aplicó la Ley y el organismo provincial no actúa ahora adjudicando obras a dedo ni ampliando plazos sin ningún tipo de sentido como ocurre con el pabellón". La respuesta de Durán fue contundente, recordándole a Dios que "hace justo un año que se adjudicó la ampliación del vial de Baión, donde no se ha movido una sola piedra, y ahí no existe cable de media tensión" Dios replicó señalando que la obra no se podrá hacer mientras "los vecinos no ceden los terrenos, los cuales debían ser conseguidos por el Concello".

La respuesta no gustó a Durán, que le acusó de "mentir", retándole a que "muestre el protocolo donde el Concello debe hacer eso". La situación se calmó en los siguientes puntos hasta la llegada del turno de ruegos y preguntas, donde el PSOE se encontró con respuestas genéricas y vagas a todas sus propuestas, mientras BNG y Gañemos recibían un trato más acorde para unos concejales.