La iglesia de Santa Eulalia de Arealonga (Vilagarcia) se llenó de fieles que conmemoraron ayer la fiesta del Corpus Christi, una solemnidad que se trasladó a las calles con la habitual procesión del Santísimo bajo palio y la final parada en la plaza de España donde el párroco José Torrado Maquieira dirigió cánticos en torno a la Eucaristía y el significado de este sacramento.

Se trata de una de las tradiciones más arraigadas en Vilagarcía, ciudad que todavía conserva este acto religioso de la "parada" ante la iglesia, aunque ya de forma simbólica pues antaño se instalaban más altares a lo largo del recorrido procesional.

Es quizás lo más llamativo de una celebración que en otras parroquias brilla por las alfombras florales pero que en el centro de Vilagarcía se vive de una forma más espiritual, en la que el silencio marca los ritmos.

Sobre las ocho y cuarto de la tarde salió el Santísimo que portaba el párroco José Torrado tras el palio portado por seis cofrades del Santísimo Sacramento.

La marcha procesional la abrieron los estandartes de la citada cofradía y el de la Segunda Estación, seguidos por una decena de niños que han celebrado recientemente la Primera Comunión.

En esta ocasión se llevó a cabo el recorrido corto en previsión de que pudiera llover, pues los pronósticos no eran demasiado halagüeños. Pero al final escampó y se cumplió el programa en toda su extensión y con la participación de la Banda Municipal de Música de Vilagarcía que interpretó el Himno Nacional a la salida del Santísimo y el Gallego para concluir el acto religioso.

La marcha también fue amenizada por el grupo de gaitas Froallo, de Vilagarcía, que además de dos marchas procesionales interpretó varios pasodobles en el recorrido por el centro de la ciudad.

También Vilaxoán celebró en la mañana de ayer la tradicional procesión del Corpus a la que asistieron numerosos fieles y niños que recibieron la Comunión por vez primera.

La procesión recorrió las principales calles y plazas de la localidad, acompañada por la Banda de Música de Ribadumia.

Asimismo es de destacar la fiesta de la llamada "sesión vermú" a la que asistieron numerosos vecinos de la localidad, a mediodía.