El "banco malo" tiene a la venta más de un centenar de viviendas en la zona de O Salnés. En su cartera de inmuebles hay desde pisos de segunda mano en Vilagarcía por 50.000 euros hasta exclusivos chalés en una urbanización de la isla de A Toxa por 460.000 euros.
La Sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb, también conocida como "banco malo") vende directamente o a través de las comercializadoras Altamira, Haya, Solvia y Servihabitat pisos, locales comerciales, terrenos, fincas rústicas y hasta edificios enteros o hoteles que quedaron en manos de los bancos tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y la posterior crisis.
Pese a que a lo largo de los últimos años se han ido vendiendo numerosos inmuebles procedentes de estos embargos, aún quedan muchas propiedades en manos de los bancos y de la Sareb. Solo en viviendas, "el banco malo" y las empresas que colaboran en la comercialización ofertan en estos momentos más de un centenar de viviendas en la comarca arousana.
La firma Servihabitat es una de las que más tienen. Así, por ejemplo, cuenta con casi 40 pisos en O Grove, que pueden adquirirse desde 74.000 euros los de segunda mano. Los más caros, a estrenar, son de casi 150 metros cuadrados y cuestan 314.000 euros. Esta misma firma dispone de 22 pisos en Pontecesures, 26 en Sanxenxo, 3 en A Illa o 6 en Vilagarcía. En esta ciudad pueden encontrarse en la cartera de activos manejada por esta firma desde un piso de casi 100 metros cuadrados y tres habitaciones en Os Duráns por 50.000 euros, hasta otro en Rodrigo de Mendoza, frente a la explanada delantera de Fexdega, que cuesta algo más de 204.000 euros. Mientras, en Cambados se vende un piso de segunda mano y 150 metros cuadrados en la calle Carballeira por 126.000.
La empresa Altamira dispone de dos pisos de segunda mano en Vilagarcía. Uno de ellos está en Vilaboa y cuenta con una superficie de 132 metros cuadrados. El otro se encuentra frente a la plaza de abastos en pleno centro, y dispone de 140 metros cuadrados. Los precios van de los 83.000 euros del primer inmueble a los 110.000 del segundo, si bien en éste es necesario realizar trabajos de reforma.
Esta misma firma ofrece seis viviendas en Sanxenxo, entre ellas un ático en la calle Madrid por 99.000 euros (59 metros cuadrados), y cinco casas de algo más de 400 metros cuadrados, incluida la finca, que se venden por un precio de 545.000 euros.
También Solvia ofrece propiedades en las grandes poblaciones turísticas de la comarca, y que fueron en algunos casos donde se concentraron los "pinchazos" de los promotores inmobiliarios. Así, por ejemplo, se comercializan cuatro chalés en una urbanización de A Toxa con piscina y jardines comunitarios a unos precios que oscilan entre los 245.000 y los 460.000 euros, así como pisos en el edificio de A Illa popularmente conocido en su día como "Villa PSOE" por algo menos de 104.000. El inmueble, ubicado frente al muelle de O Cabodeiro, recibió en su día ese calificativo porque varios destacados dirigentes socialistas compraron una vivienda en el mismo, como el exministro de Fomento José Blanco.
Se trata de un edificio que fue en su día muy controvertido, pues los vecinos de la plataforma "A Beira do Mar" acusaban a las administraciones de ponerle todo tipo de facilidades urbanísticas pese a estar en primera línea de costa, mientras que sobre algunos vecinos incluso pesaba la amenaza de tener que tirar sus casas.
En el portal de Solvia también se encuentran pisos de un edificio de Sanxenxo y un apartamento en esta misma localidad por algo menos de 80.000 euros.
La Sareb absorbió todo tipo de inmuebles vinculados al "ladrillo" de los bancos que necesitaron ayuda económica del Estado cuando empezó la crisis. Así las cosas, esta entidad privada no solo vende viviendas, sino también fincas rústicas, naves industriales o suelo edificable.
En esta última categoría se encuentra un solar del municipio de Catoira, situado en la aldea de Outeiriño, y a escasa distancia de la factoría de Friscos. Se trata de una parcela de casi 1.200 metros cuadrados, pero con una edificabilidad de más de 5.400.
Otro ejemplo es el de Altamira, que dispone de 20 parcelas urbanas no consolidadas entre Cornazo y Zamar, en Vilagarcía. Se trata de un gran terreno reparcelado, y las fincas resultados miden en muchos casos entre 400 y 500 metros cuadrados.
