Beatriz Lago tiene 45 años y dirige una academia de diseño de moda y de patronaje situada en Ousensa (Caleiro, Vilanova). Al lado de la academia dispone de una casa de finales del siglo XIX, rehabilitada y con un jardín de 1.000 metros cuadrados. En 2012, en plena crisis económica, tomó la decisión de alquilarla para turismo. Se lanzó de cabeza a la aventura "porque en una crisis no queda más remedio que buscarse la vida como sea", y cuatro años después se puede decir que le va bien. Para este verano ya tiene completo de reservas el mes de agosto. "En julio y junio las reservas son siempre de última hora".
La emprendedora apunta que la mayoría de sus clientes son familias llegadas de fuera de Galicia, principalmente de Madrid, Barcelona o Sevilla. "Como alquilamos la vivienda completa y tiene jardín vienen familias enteras. A nuestros clientes les gusta esto porque es algo exclusivo para ellos. Pueden tomar el sol en el jardín, hacer una barbacoa... Aquí encuentran cosas que no les da un hotel. Están buscando descanso e intimidad".
Casa Benito tiene otra ventaja que le ha permitido ganar más de un huésped: admiten mascotas. "Las familias encuentran problemas para viajar con las mascotas porque en muchos sitios no las admiten".
Beatriz Lago, cuyo negocio está amparado por la ley autonómica de turismo de 2011 -al igual que unas pocas viviendas turísticas más de O Salnés que también lo están, aunque sean una minoría con respecto al total de anuncios que se pueden encontrar en internet- plantea que "cada uno es muy libre de alquiler su casa o su piso. Eso lo veo bien. Pero lo que no pueden es hacerse pasar en los anuncios por algo que no es".
