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El futuro de un sector estratégico en la comarca

Docenas de casas se alquilan para turismo en O Salnés sin permiso para ejercer la actividad

Numerosos propietarios publicitan sus viviendas o pisos en internet -La Xunta pretende regular el sector con un decreto presentado por Nava Castro -Los "legales" exigen que se ponga coto a la competencia desleal

Asistentes a la charla ofrecida ayer en Cambados por Nava Castro. // Noé Parga

Un repaso rápido de páginas web como "Homelidays", "Fotocasa", "Casas completas" o "Homeaway" demuestra que en O Salnés hay docenas de viviendas unifamiliares situadas en la aldea, chalés o apartamentos próximos a la costa, y hasta pisos y áticos ubicados en los cascos urbanos que se alquilan como "turísticos". No obstante, cuando se le pregunta a Turismo de Galicia cuántas licencias de "viviendas de uso turístico" han concedido en la comarca arousana, la respuesta de este departamento de la Xunta de Galicia es que esta es una figura que aún no existe como tal, y que por lo tanto no hay ninguna. El problema, añaden fuentes del sector, es que muchas de esas propiedades no tienen ni esa ni ninguna otra licencia para ejercer como alojamiento turístico.

Las viviendas de uso turístico se han convertido en uno de los caballos de batalla del sector, que demanda un control más exhautivo sobre las mismas para evitar la competencia desleal. También el Ministerio de Hacienda ha puesto la lupa sobre ellas, convencida de que se están ocultando al fisco importantes ganancias. La Xunta está ultimando una ley para regular esta figura, y la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, la explicó a media tarde de ayer en Exposalnés (Cambados).

El nuevo decreto en el que trabaja el departamento autonómico establece por ejemplo que los alquileres en ningún momento pueden exceder los 30 días o que hay que alquilar el inmueble entero, lo que impide hacerlo por habitaciones. También se establece la obligación de disponer de un teléfono al que se puedan dirigir los huéspedes en caso de necesidad, o de comunicar a la Guardia Civil el registro de viajeros. La casa, que tiene que estar amueblada y equipada completamente, también ha de contar con un seguro de responsabilidad civil.

La Xunta es conocedora de que hay una gran cantidad de inmuebles en el mercado de alquiler vacacional que están al margen de la reglamentación turística -lo que no implica que los alquileres sean ilegales, sino que no están declarados de forma específica como una actividad económica turística- y el objetivo de este decreto es precisamente regular esta actividad para evitar la competencia desleal hacia los locales que sí están dados de alta, y la picaresca de actuar al margen de las administraciones y de Hacienda.

A modo de ejemplo, la propietaria de una casa de turismo que sí está dada de alta como tal, como es la vilanovesa Beatriz Lago, afirma que "los gastos fijos que tengo por haberme dado de alta superan los 4.000 euros al año, entre el recibo de autónomos, el pago de la asesoría o el seguro de responsabilidad civil, que ya me cuesta 600 euros... A mí me parece bien que se regulen los alquileres vacacionales porque hay gente que al no darse de alta se están ahorrando todo ese dinero, y eso es competencia desleal". Además, la propietaria de Casa Benito arguye que "otro problema es que a veces se cuelgan en internet fotos de una casa que luego no se corresponde con la realidad. Eso provoca que la gente se lleve una mala imagen de la comarca, y eso es final es malo para todos. Hay que tener un mínimo de control y de calidad".

Las ofertas

Los precios que se pueden encontrar en internet son muy variados, de modo que hay apartamentos en O Grove que cuestan poco más de 50 euros la noche hasta chalés en A Toxa por 176 o una casa en Ribadumia de cinco habitaciones que se alquila por 200 euros. Eso sí, en muchos casos se piden estancias mínimas de, como poco, un fin de semana.

Otros requisitos que establece la nueva norma son que la casa deberá contar con calefacción en todas las dependencias, hojas oficiales de reclamaciones y hasta un rótulo en la puerta, así como los permisos pertinentes y la inscripción en un registro sobre esta actividad.

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