En el colegio de Conmeniño fue recibido casi como un héroe y en el instituto de As Bizocas se inspiraron en él para pintar las paredes del patio. Es solo un ejemplo de que a veces es posible ser profeta en la tierra en la que uno nace, pero también es la demostración palpable de que Gogue tiene una legión de seguidores, y de que este movimiento de admiración y reconocimiento no entiende de edades.

Lo cierto es que en todo esto tiene mucho que ver el hecho de que este popular dibujante, caricaturista, ilustrador y asiduo colaborador de FARO DE VIGO esté siempre disponible para colaborar con los centros educativos mecos y todo aquello que sirva para promocionar la cultura de su pueblo e incluso al comercio local.

Su última gran participación guarda relación con la "Semana Cultural" organizada por el Instituto As Bizocas, en la parroquia de San Vicente de O Grove, donde Gogue dirigió un taller de pintura en el que se diseñó un mural de considerables dimensiones en el que se plasmaron algunos de los personajes que el caricaturista lleva cada mañana a las páginas del decano de la prensa nacional.

Y claro, no podía faltar Floreano en las paredes del centro gracias a la iniciativa puesta en marcha por los alumnos de tercero de ESO y la profesora de Plástica Menchu Outón; también en colaboración con el ilustrador Alfredo López.

Es, como se indicaba hace días, solo uno de los talleres desarrollados en As Bizocas, donde también tuvo cabida la música tradicional, con el artista Antonio Prieto como conductor de la actividad.

Y en el mismo marco se habló mucho sobre reciclaje y medio ambiente, en este caso con otro colaborador habitual de los centros de enseñanza, como es el técnico municipal Francisco Meis, que además de dar las oportunas charlas acompañó en las últimas semanas a los alumnos de los institutos As Bizocas y Monte da Vila para eliminar especies invasoras en los diferentes cordones dunares de la península meca.

El microteatro, los juegos populares, la creación de instrumentos musicales, la papiroflexia, conferencias, bailes y casi todo lo que uno pueda imaginar también tuvieron cabida en la semana dedicada a la cultura en el instituto meco de San Vicente.