La Guardia Civil detuvo a un total de seis personas integrantes de una red de distribución de drogas que operaba en las comarcas de Arousa y O Barbanza. Los arrestos se llevaron a cabo en el marco de un operativo focalizado en las localidades de Vilagarcía y A Pobra do Caramiñal, según informan fuentes del Instituto Armado. Se registraron un total de cinco viviendas y se requisaron varios coches de alta gama que eran propiedad de los detenidos. Agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) incautaron, además, un kilogramo de cocaína, medio de heroína, hachís y 100 plantas de cannabis, así como instrumentos habitualmente empleados para la adulteración, prensado y distribución de la droga. También hallaron 60.000 euros en efectivo.

La operación denominada "Tincan", desarrollada por la Guardia Civil de A Coruña, es el resultado de más de seis meses de investigaciones, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 1 de Ribeira. Las pesquisas comenzaron después de que se detectase la existencia de un importante punto de distribución de sustancias estupefacientes que suministraba droga de manera continuada a numerosos toxicómanos y traficantes de menor entidad tanto en la comarca de O Barbanza como en otras localidades limítrofes.

Al inicio de las investigaciones, los agentes comprobaron la existencia de "un intenso tráfico ilícito" que se estaba llevando a cabo desde varias viviendas del municipio de A Pobra y "la relación estable" que los responsables de este grupo mantenían con otros traficantes de Vilagarcía "en orden a la provisión periódica de las sustancias estupefacientes que luego destinaban a la distribución minorista", añaden las mismas fuentes. Tras descubrirse dicha conexión, las investigaciones se ampliaron a los integrantes de la red que actuaban desde Vilagarcía, comprobándose que este grupo disponía de su propia red de distribución local y tenían capacidad para llevar a cabo operativos vinculados a cantidades más importantes de sustancias ilegales.

Debido a los antecedentes por tráfico de drogas con los que ya contaban la mayor parte de los detenidos, estos adoptaban estrictas medidas de seguridad para mantenerse en contacto. Eligieron una casa situada en el lugar de Areeiro (Sobradelo) para almacenar la principal partida de droga de la que disponían en cada momento y la ocultaban enterrada en un depósito instalado al efecto en una zona próxima a unas cuadras.