La Autoridad Portuaria de Vilagarcía de Arousa estrenó ayer sus remozadas oficinas en la sede definitiva del Muelle de Pasajeros, seis años después del traslado provisional a la antigua Comandancia de Marina para facilitar la remodelación. Las obras de reforma y ampliación no comenzaron hasta mediados del año pasado, ya que la crisis económica obligó a reajustar el presupuesto de inversiones en todos los organismos oficiales.

El cambio de sede es significativo porque las nuevas instalaciones cuentan con más espacios administrativos, así como áreas diáfanas para atención al público y a los clientes y usuarios del organismo portuario.

Una de las principales características del edificio del Muelle de Pasajeros es su accesibilidad, ya que se han eliminado las barreras arquitectónicas.

Los detalles abundan en esta sede que en su entrada principal cuenta con paragüero con llave individual, teniendo en cuenta los numerosos días de lluvia en la zona, para que las personas que acudan a realizar algún trámite puedan depositar su paraguas en este dispositivo sin temor a perderlo.

La reforma y ampliación de la sede portuaria estaba planificada en el año 2010, por lo que en abril de ese ejercicio económico se procedió al traslado de las oficinas al edificio de la antigua Comandancia, en la avenida da Mariña.

Pero el proyecto inicial, valorado en algo más de un millón de euros, fue frenado para facilitar la ejecución de otras infraestructuras más prioritarias para los intereses del organismo portuario, dadas las restricciones económicas de la época.

Transcurridos cinco años, y después de la acometida de los nuevos muelles en la zona comercial-industrial y la dotación de un ramal ferroviario hasta el muelle de Ferrazo para facilitar la intermodalidad, la nueva dirección de la Autoridad Portuaria, presidida por Sagrario Franco Malvar, decidió retomar el proyecto de remodelación de su sede, adaptándolo a las actuales necesidades, pero ajustando la inversión económica. Así, de un presupuesto inicial de un millón de euros, se pasó a otro que alcanzaba los 800.000. La diferencia era que el primero establecía un diseño en "U" y al final se optó por uno algo más reducido, en "L", utilizando también la segunda planta para oficinas.

El nuevo proyecto ha tenido en cuenta la solución a las necesidades de accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas, así como el enlace entre el edificio original y la ampliación, además de la habilitación de espacios y equipamientos para personas con movilidad reducida.

En cuanto a la distribución, se ha optado por un diseño diáfano y por la agrupación de áreas contiguas de aquellos departamentos que, por las características de su trabajo, mantienen cotidianamente una estrecha colaboración. La superficie útil del nuevo edificio es de 1.278,29 metros cuadrados. Lo que no se ha tocado en el proyecto es la sala de reuniones del consejo de administración ni el salón de actos lateral que da al jardín más próximo al muelle.

Las nuevas obras salieron a licitación en febrero del año pasado y se adjudicaron en la sesión del consejo de administración del 14 de mayo a la empresa Ogmios Proyecto SL por 583.997,13 euros más IVA, por ser la oferta más ventajosa, y un plazo de ejecución de seis meses contados a partir de la firma del acta de replanteo.

Con todos los trabajos finalizados, se valoró realizar el operativo de traslado durante un fin de semana, buscando el momento menos perjudicial para la actividad administrativa. De esta forma, el pasado viernes por la tarde comenzaron los trabajos de mudanza que se completaron durante el fin de semana con el traslado de los equipos informáticos para que estuvieran operativos desde ayer.