Dotar a aquellos viales con mayor presión automovilística de sendas peatonales y carriles bici con el objetivo de presentar alternativas a la movilidad es uno de los principales planteamientos del Plan de Sendas de Galicia que ha puesto en marcha la Consellería de Infraestructuras. Este plan cuenta con un amplio apartado para la comarca de O Salnés, donde se van a ejecutar hasta cinco actuaciones (16,7 kilómetros) en la primera fase de un proyecto diseñado para llevarse a cabo entre 2016 y 2020, y va a suponer un desembolso de 8,7 millones en diferentes viales de O Salnés para su mejora. Así lo anunció ayer la conselleira Ethel Vázquez en una visita a Vilanova, uno de los municipios que más se va a beneficiar de esta iniciativa, con dos sendas, una de las cuales se encuentra, en estos momentos, en ejecución.

La propia conselleira aseguró durante su visita a Vilanova que "durante el verano estarán redactados los proyectos de estas sendas de la comarca de O Salnés, para proceder a la licitación de las mismas a medida que se vayan recibiendo".

Dos de las sendas se van a ejecutar en Vilanova de Arousa. La primera de ellas es la que une el casco urbano con el puente de A Illa de Arousa a través de la PO-306 y que conlleva la mejora del viaducto que supera la ensenada de O Esteiro. Esa actuación, que se está ejecutando en estos momentos, es de poco más de un kilómetro de longitud, y contempla una senda mixta en la que convivirán peatones y ciclistas. La otra de las actuaciones que se va a desarrollar en Vilanova afecta a las PO-307 y PO-549. Arrancará en San Miguel de Deiro para unirse a la que sale del puente de A Illa. Se encuentra en fase de redacción del proyecto y afecta a 2,6 kilómetros de longitud.

En Cambados está planificada una senda en la PO-300, que unirá el entorno de Vilariño con el polígono industrial de O Salnés a través de 850 metros. Por último, en Sanxenxo se van a ejecutar otras dos actuaciones. La primera de ellas será en la PO-308 y tiene como objetivo unir Portonovo con la playa de A Lanzada a través de tres fases diferenciadas. Serán los tramos A Lanzada-Soutullo, del que ya se ha adjudicado el contrato; Soutullo Major, del que ya existe el proyecto; y Major-Portonovo. En total serán unos nueve kilómetros de senda peatonal y carril bici.

El segundo de los proyectos también afecta a la PO-308, pero en este caso se trata dotar de senda peatonal y carril bici el tramo que conecta Covelo con Raxó, en el municipio de Poio.

Insiste la conselleira y el presidente de la Mancomunidade, Gonzalo Durán, en que el principal objetivo de este plan "es mejorar la seguridad viaria, dotar de alternativas a los coches particulares los desplazamientos entre estos puntos y, además, ampliar este tipo de servicios en zonas con un alto valor turístico, como es el caso de toda la comarca de O Salnés".

Durán destacaba ayer que este plan "pretende vertebrar la comarca con lo que están pidiendo los alcaldes, servicios de estas características que sirvan para atraer al turismo, ese turismo que no deja huellas de monóxido de carbono, sino que apuesta por visitar la comarca, ver el entorno y practicar hábitos saludables, algo que lleva ya muchos años implantado en Europa". Mantiene que "se ha acertado con esta iniciativa y espero que se pueda continuar en el futuro, ya que cuantos más tramos con sendas y carril bici, mejor para todos".

Vázquez destacó que en esta primera fase del plan se han seleccionado aquellos puntos más "prioritarios, en los que se han analizado cuestiones como el volumen de vehículos, la siniestralidad, la orografía, y sobre todo, la posibilidad de conectar determinados servicios con los cascos urbanos más próximos, algo que se consigue en esta comarca". Es el caso, por ejemplo, de la senda que unirá el entorno de Vilariño con el polígono de O Salnés, que ofrecerá a los trabajadores la posibilidad de desplazarse hasta las instalaciones fabriles sin necesidad de utilizar los vehículos particulares.

El Plan de Sendas de Galicia fue aprobado en el Consello de la Xunta del pasado 10 de marzo y contempla la construcción de 170 kilómetros de itinerarios, tanto peatonales como ciclistas, seguros, sostenibles e integrados en el paisaje. Este proyecto se enmarca dentro del plan de seguridad viaria 2016-2020, aprobado en el mes de febrero y que tiene como principal objetivo reducir a la mitad las víctimas mortales en las carreteras galleas. En una primera fase, se van a acometer 55 nuevas sendas, con un total de 75 kilómetros para peatones y bicicletas, lo que supondrá una inversión de 26,3 millones de euros, distribuidos entre siete comarcas de toda Galicia. El resto se realizarán hasta el 2020 y todos los fondos están garantizados y consignados "por lo que se van a ejecutar todas las actuaciones previstas".

La intención es que la senda tipo tenga un ancho de 1,80 metros, se encuentre integrada en el paisaje y cuente con un separador en el que se indique el itinerario donde está. De todas formas, no se va a poder aplicar este ancho a todas las previstas, por lo que en muchas de ellas se apostará por eliminar el carril bici y apostar por un tramo mixto en el que convivan peatones y bicicletas.

Además de la mejora de la seguridad para peatones y ciclistas, Vázquez incide en que uno de los grandes objetivos es "fomentar los hábitos saludables y descongestionar el tráfico de las carreteras fomentando una movilidad alternativa". El plan parte de un análisis global del territorio de toda la comunidad autónoma, y en él se han priorizado aquellas comarcas en las que actuar de inicio, entre las que se encuentra la de O Salnés.