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Una firma cambadesa ensaya la creación de platos elaborados de almeja gallega

Linamar vende en Francia mejillón en salsa de mantequilla, y fue pionera en el envasado en atmósfera "protectora" -La conselleira do Mar destaca la apuesta por la innovación

Mariscos Linamar, una empresa con sede en el puerto de Tragove (Cambados) ensaya actualmente la creación de platos ya preparados de almeja gallega. Así lo explicó ayer la presidenta del consejo de administración del Grupo Linamar, Adelina María Solla Sanmartín, "Lina" Solla, en el transcurso de una visita a la planta de la conselleira do Mar, Rosa Quintana. "Siempre apostamos por hacer las cosas de una manera diferente", manifestó la empresaria arousana.

En este sentido, la conselleira resaltó que la filosofía de la empresa "resume bien las líneas de trabajo" que pretende impulsar la Xunta de Galicia, como son "la apuesta por la innovación, la mejora de la competitividad y la exportación de nuestros productos". En este sentido, Lina Solla apunta que la firma cambadesa exporta actualmente a varios países europeos, principalmente Francia, Alemania, Polonia, Suiza y Austria.

El Grupo Linamar está formado por dos empresas, una depuradora de mariscos, La Sirena, y una planta de elaborados, que es la que visitó ayer la conselleira, habida cuenta de que la Xunta de Galicia invirtió más de 1,6 millones de euros entre 2012 y 2014 en la factoría. Con esas ayudas, la empresa implantó nuevas líneas de producción y envasado de mejillón vivo en atmósfera protectora -lo que aumenta considerablemente el periodo de consumo de este producto sin que pierda cualidades ni sabor-, amplió la capacidad de envasado, y construyó un nuevo sistema de circulación del agua.

Salsa de mantequilla

El mejillón envasado en atmósfera protectora fue una de las innovaciones que puso en marcha Linamar. Otras han sido las preparaciones de alimentos, que se envasan de modo que el consumidor final solo tenga que calentarlos. En este sentido, "Lina" Solla destacó la apuesta por el mejillón, y por presentaciones como la del molusco con salsa de mantequilla, especialmente pensada para el mercado de Francia. En este sentido, la firma vende buena parte de su producción a las grandes cadenas de alimentación españolas, aunque "en los últimos años el grupo está dirigiendo su política estratégica hacia la internacionalización, y en concreto su crecimiento pasa por la expansión en los mercados emergentes de la Unión Europea", indican los responsables de la sociedad cambadesa. En estos momentos, el 91 por ciento de la mercancía de Linamar se despacha dentro de las fronteras españolas.

Los ensayos que se están realizando actualmente con la almeja se inscriben precisamente en esa estrategia de buscar nuevos productos y mercados. Así, la empresa pretende ser pionera en un nuevo segmento, como en su día lo fue con el mejillón envasado herméticamente en atmósfera modificada. Con esta tecnología, el molusco permanece vivo durante 10 días -frente a los tres días que aguantaría en una malla o caja convencionales-, lo que permite venderlo mejor en el mercado exterior.

Adelina Solla fundó la empresa matriz del actual Grupo Linamar en 1998 en Sanxenxo. Como ella cuenta a menudo, lo hizo prácticamente disponiendo solo de un teléfono, pues al principio se dedicaba a la compraventa de marisco. No obstante, a principios de la década de los 2000 dio un paso adelante y puso a andar su primera depuradora, situada en Cambados.

Actualmente, la empresa da trabajo estable a casi 90 personas (que pueden llegar a ser 180 en los momentos de mayor demanda de mejillón) y el pasado año facturó 10,5 millones de euros. Cuenta con dos naves unidas, dedicadas a la depuradora y la elaboración.

Cambados es el principal puerto de Galicia en extracción y venta de vieira y volandeira, dos mariscos que en los dos últimos años han visto muy reducidas sus capturas. Preguntada al respecto por los medios, Rosa Quintana declaró que los técnicos de la Consellería "no han detectado ninguna patología ni anomalía especial" ni en la vieira ni en la volandeira, de ahí que la hipótesis que maneja la administración es que el declive de las poblaciones de ambas especies se deba a una situación "habitual" relacionada con el esfuerzo pesquero. "Es una situación normal de la pesca".

Las cofradías de Cambados y Rianxo plantearon en su día la conveniencia de que se realizase alguna investigación científica sobre la volandeira, al considerar que la decadencia de la población de este marisco en los dos últimos años es anormal.

La conselleira do Mar se refirió también al malestar que se ha generado en el sector de artes menores debido al precipitado cierre de la campaña de la xarda en el Cantábrico. A este respecto, Quintana avanza que se va a convocar al sector con la finalidad de abrir una línea de negociación con el País Vasco u otras comunidades "para intentar conseguir algo más de pesca accidental hacia finales de año". En este sentido, arguye que el cierre de la pesquería obedece a una situación "compleja", habida cuenta de que el reparto de este año "se vio condicionado por la sobrepesca del pasado", a la reducción de la cuota asignada por la Unión Europea y al hecho de que no se negoció cesión de pesquería con el País Vasco, como sí se hizo en 2015.

En cuanto a la premura con que se cerró la campaña, en poco más de 10 días, lo atribuyó al hecho de que "algunas cofradías tardaron en remitir los datos", y que cuando llegaron ya se habían superado los márgenes.

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