Además del entorno de A Sapeira, el espeso manto verde se ha extendido prácticamente por los 36 kilómetros de costa que posee A Illa. Así lo reconoce Maricarmen Dios asegurando que "limpiar a mano todas las playas sería imposible para nosotras, por eso esperamos que el temporal anunciado para los próximos días las lance hacia arriba o se las lleve mar adentro, nos facilitaría mucho el trabajo". Bancos marisqueros como O Bao, O Cantiño, Riasón y O Campo llevan toda la semana cubiertas de una espesa capa de algas, aunque "son lugares mucho más batidos que A Sapeira, por eso consideramos que la prioridad debía ser esa playa tan interior". En cuanto las mareas lo permitan, analizarán la posibilidad de volver a convocar limpiezas en aquellas zonas donde la presencia de algas sea más preocupante.