No olvidar lo ocurrido y que sirva de ejemplo para las generaciones venideras. Ese es el objetivo que persigue Gañemos Vilanova con la presentación de una moción en la que reclama que se dé la denominación de Generación Perdida a una plaza o calle de la localidad. Vilanova fue uno de los municipios que más sufrió en sus carnes la lacra de la droga, perdiendo a muchos integrantes de una generación, los cuales acabaron sucumbiendo víctimas del desconocimiento sobre lo que significaba entrar en ese mundo. El máximo exponente de aquella generación fue el equipo de fútbol "Dejadnos Vivir", del que tan solo quedan tres integrantes.

Elena Cores, portavoz de Gañemos Vilanova en la corporación, explica que la moción que se va a analizar en el pleno del lunes tiene como principal objetivo "no olvidar lo que ocurrió en este municipio en los años 80, donde una generación de jóvenes fue barrida del mapa; se trata de que se reconozca ese problema y recordarlos". La moción se desarrolló a raíz de la muerte de Blanca Bóveda González "Blanquita", ocurrida el pasado mes de febrero. Blanquita fue una de las grandes musas de aquella generación que acabó siendo devorada por un mal llamado heroína, truncando todas sus expectativas de futuro.

Plan de ajuste

Además de la moción de Gañemos recordando a toda una generación de jóvenes que acabó desapareciendo, el grupo de gobierno va a entregar los informes sobre el plan de ajuste y morosidad correspondientes al cuarto trimestre de 2015, unos informes que siguen mostrando que las arcas municipales no atraviesan por un gran momento. Un ejemplo de ello es que el período de pago a proveedores se ha incrementado con respecto al tercer trimestre del año 2015, ya que ha pasado de 157 a 169 días, superando con creces el límite establecido por el Ministerio de Hacienda que dirige Cristóbal Montoro, que estableció en los planes de ajuste un pago a proveedores de 30 días como máximo. Este hecho expone al Concello de Vilanova a ver recortada la participación en los tributos del Estado.

Una de las cuestiones que se pondrá encima de la mesa será el acuerdo adoptado por la junta de gobierno local el pasado 8 de marzo, sobre el contrato de gestión del servicio público de recogida de residuos sólidos urbanos. El Concello ha decidido rescindir el contrato con Celtaprix, tras valorarlo en la Mancomunidade con Cambados, y sacar a concurso el servicio con el objetivo de mejorar la gestión en la recogida de la basura. Por último, se va a analizar una moción del BNG en la que se insta a la Xunta a declarar 2016 como el año de las Irmandades da Fala.