Como avanzó ayer FARO DE VIGO, el afloramiento primaveral ha provocado el incremento de los niveles de biotoxinas, y esto que popular y erróneamente se conoce como "marea roja" ha derivado en el cierre repentino de seis polígonos bateeiros en la ría de Pontevedra, y no serán los únicos que se produzcan durante las próximas semanas.

La semana pasada había valores insignificantes y casi indetectables en los laboratorios del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar). Pero el nuevo método químico de análisis impuesto por la UE hizo que de repente empezara a dispararse el recuento de células, de ahí el repentino cierre de polígonos.

En cualquier caso, este nuevo repunte de las toxinas lipofílicas, con especial relevancia para las diarreicas (DSP), no constituye problema alguno para el sector productor, ya que en esta época del año el mejillón no está en carne y además poco queda colgado ya en los viveros, después de que se vendiera quizás más que nunca gracias a la ausencia de toxicidad experimentada desde prácticamente el verano.

Este episodio tóxico tampoco es un riesgo para el consumidor, siempre y cuando, como se repite siempre, el producto sea adquirido por los cauces reglamentarios, ya que de este modo se garantiza su calidad y salubridad.

Conviene incidir en todo esto ahora que ya están en Galicia muchos de los turistas de Semana Santa, para que quede claro que tanto el aumento de biotoxinas marinas como el afloramiento de primavera que lo provoca esta vez constituyen episodios totalmente naturales e incluso predecibles que se repiten prácticamente cada primavera. Lejos de ser una amenaza real suponen un beneficio considerable para las rías, ya que esto es sinónimo de entrada de nutrientes.

Hay que incidir en que el afloramiento no es más que un movimiento intenso de corrientes marinas que permite la entrada de aguas frías, limpias y ricas en las rías, a través de las capas inferiores. Están cargada de nutrientes, es decir, introducen el alimento que precisan los moluscos bivalvos de todo tipo para desarrollarse.

Al empujar hacia la parte interior de las rías se expulsan hacia el exterior de las mismas, por las capas superficiales, las aguas ya agotadas, es decir, sin nutrientes.

¿Cuál es el problema? Pues que entre esos nutrientes también aparecen el fitoplancton portador de biotoxinas cuya presencia obliga a cerrar bateas, pero es algo controlado e inevitable.

En definitiva, que la llegada del afloramiento primaveral, que esta vez acude más puntual que nunca a su cita con las bateas gallegas, significa que el mejillón, y sobre todo la mejilla (semilla) que se ha encordado en las últimas semanas va a recibir aportes que le permitan desarrollarse para que el molusco gallego siga estando considerado el mejor del mundo.