El enfrentamiento entre los vecinos de Cardalda y la comunidad de montes de San Miguel de Deiro tiene un gran culpable para Vilanova Pode. Ese no es otro que el alcalde del municipio, Gonzalo Durán, al que acusan de una forma de actuar, "cuanto menos, farisaica, por su actitud de prometer a los promotores del proyecto y después lavarse las manos cuando surgen problemas".

Para la formación vilanovesa, todas las molestias y los esfuerzos llevados a cabo por los promotores del proyecto y por los vecinos de Cardalda en tratar de frenarlo "seguramente no se tendrían producido si el alcalde no hubiese animado a los jóvenes del motoclub a seguir adelante con el proyecto, como hizo, sin haberse parado a considerar antes si podía autorizarse esa actividad en el lugar elegido". Esa forma de actuar ha traído como consecuencia "el enfrentamiento y la enemistad entre los vecinos de Cardalda y los socios del club de motos local; estos últimos se esforzaron por alcanzar un acuerdo con la comunidad de montes e invirtieron dinero para comenzar a acondicionar el terreno para el circuito de Supercross; mientras, los vecinos lo rechazan por la posibilidad de sufrir molestias por ruido y polvo en sus casas".

Entienden que debería haber sido el Concello el que analizase la posibilidad de crear un circuito en esa zona, pulsando a todos los agentes implicados y no utilizar el "ti vai facendo, porque después llegan los disgustos, como ha ocurrido en demasiadas ocasiones en Vilanova".