Ya se redactan y pintan pancartas, se estudian y ensayan las consignas a gritar, se hace acopio de petardos, tambores y cornetas, se fletan los últimos autobuses, se editan camisetas reivindicativas, se ultima el manifiesto que cerrará la protesta... Está todo a punto para la manifestación del día 27 contra la Lei de Acuicultura de Galicia.

Lo que puso sobre la mesa la Consellería do Mar fue solo un anteproyecto, es decir un borrador de lo que puede ser esa ley acuícola, y además, ante la presión social desatada, la propia Xunta ha paralizado su tramitación, a la espera de consensuar el texto con los sectores directamente implicados.

Pero los dirigentes y/o portavoces de las gentes del mar insisten en reclamar su retirada y quieren hacer desaparecer para siempre ese articulado, pues se oponen a la existencia de una ley de acuicultura. De ahí que la protesta del 27-F se plantee como una "cuestión de vida o muerte", al menos para las rías.

Y es que, al contrario de lo que aseguró la Administración en infinidad de ocasiones y repitió hasta la saciedad la conselleira de Mar, Rosa Quintana, cofradías de pescadores, agrupaciones de mariscadoras, ecologistas y organizaciones de bateeiros insisten en que la ley propuesta "va a privatizar el mar a favor de las grandes empresas, va a favorecer expropiaciones en tierra firme para facilitar la implantación de empresas de acuicultura intensiva y va a desarrollar el monocultivo de peces carnívoros como el salmón".

Estos son los argumentos que se repiten una y otra vez en las charlas y asambleas informativas que siguen desarrollándose casi a diario en los diferentes puertos gallegos, al igual que son los mismos mensajes que se lanzan sin descanso en las redes sociales, donde es fácil toparse todo tipo de imágenes, caricaturas, folletos o ilustraciones de cualquier tipo incidiendo en los aspectos negativos del borrador y llamando a la masiva participación en la protesta del 27-F.

En Facebook, sin ir más lejos, pueden encontrarse las indicaciones para inscribirse y acceder a alguno de los muchos autobuses gratuitos que se fletarán para viajar a Compostela.

En todos los casos se incide en que las charlas informativas y la propia manifestación en la capital de Galicia están abiertas a la presencia de la ciudadanía en su conjunto, independientemente de si se trata o no de trabajadores del mar o de sus empresas derivadas.