El muro de cierre de una finca ubicada en el número 2 de la calle Rosaleda, en Vilagarcía de Arousa, no ha podido resistir los embates del viento y la lluvia y ayer se derrumbó sobre la calzada. En el momento del siniestro no pasaba nadie por la zona, por lo que no hubo que lamentar víctimas.

Los efectivos de Emergencias y Protección Civil acudieron a la zona, en principio para retirar los escombros de la calle y reanudar la circulación rodada pero, ante la peligrosidad que ofrecían las piedras que aún se mantenían en el cierre, optaron por vallar la vía pública, por lo que la calle quedó cortada al tráfico durante la jornada. De hecho, varios testigos indicaron que durante la tarde continuaron desprendiéndose piedras del muro.

Los trabajadores municipales vilagarcianos tuvieron que retirar los cristales de una fábrica abandonada en Vilaxoán que caían sobre la calle y en la avenida Rosalía de Castro, en Carril, recogieron una persiana que el viento había desprendido de una casa unifamiliar y que volaba por la calle. La caída de contenedores en la vía pública fue otro de los problemas en Carril.

En Valga, efectivos del GES (Grupo de Emergencias Supramunicipal), cortaron un vial de la zona do Forno afectado por la crecida del río y además señalizaron el paso inferior del ferrocarril de A Devesa por avería de una bomba.

Dudas en A Illa

El dique de abrigo construido por Portos de Galicia para guarecer la dársena de O Xufre, en A Illa, sigue sin convencer al sector. El aviso de temporal para la jornada de hoy, especialmente a partir de las 22,00 horas, con vientos de más de 70 kilómetros hora procedentes del noroeste ha provocado una auténtica desbandada de la flota que amarra tras ese dique de abrigo, buscando la posibilidad de guarecerse en otros puertos como el de Cabodeiro, O Campo, e incluso, el de Vilanova. Hacia este último muelle se dirigieron ayer una quincena de barcos bateeiros y varias embarcaciones menores y todos coincidían en asegurar que "no confiamos en esa infraestructura". En la flota isleña continúa muy presente lo ocurrido en enero de 2010, cuando el temporal "Flora" se llevó cinco barcos amarrados en O Xufre a tierra, a los que provocó importantes daños materiales.