Gardacostas de Galicia ha vuelto a intervenir para recuperar una importante cantidad de aparejos de pesca ilegales, así como para decomisar los productos capturados con ellos de manera igual de fraudulenta. Este operativo sirve para constatar que la presión continúa en las rías gallegas, donde a diario se emplean ingentes cantidades de material para pescar todo tipo de especies que no puede ser localizado.

Lo sucedido en esta ocasión, como se ha explicado en otras ocasiones, es solo un ejemplo de lo que sucede en el litoral gallego, y de lo mucho que queda por trabajar para acabar con el furtivismo.

Explican desde este servicio dependiente de la Consellería do Mar que se requisaron casi dos toneladas de peces y mariscos, así como 237 aparejos y nada menos que 4 kilómetros de artes de enmalle, es decir, esos miños que se extienden a lo largo y ancho de las rías -y fuera de ellas- para capturar especies como el centollo.

El grueso de este operativo se desarrolló en las Rías Baixas. A modo de ejemplo, en Arousa los efectivos de Gardacostas decomisaron 51 kilos de producto y se incautaron de 140 aparejos de pesca y 200 metros de artes de enmalle sin identificar, mientras que en Muros-Noia fueron 1.773 kilos, 69 artes y 3.600 metros de red y en Vigo, 150 metros de miños, 11 útiles y 15 kilos de producto.