Más de un mes después de la celebración de la primera comisión de seguimiento, Concello de Vilanova y Diputación de Pontevedra volverán a sentarse a la mesa para buscar una solución satisfactoria que permita retomar las obras de conversión de la casa da cultura de O Esteiro en un auditorio municipal. Ese encuentro está previsto para mañana a partir de las 11,30, y en él se tratara de limar las asperezas surgidas a raíz de la decisión unilateral de la Diputación de paralizar las obras, algo que no sentó nada bien en la administración municipal.

El principal problema, que acabó motivando la paralización de las obras, fue la presencia de una línea de media tensión en el área de influencia de la actuación, la cual necesita ser retirada a través de su enterramiento. Esa alternativa ya puede llevarse a cabo, ya que el Diario Oficial de Galicia (DOG) publicaba ayer la autorización de Industria para acabar con este problema.

Las obras de la casa da cultura de O Esteiro fueron paralizadas en el pasado mes de noviembre, tras analizar la Diputación una serie de informes técnicos que aconsejaban esa decisión. Las obras se frenaron en el mes de diciembre, aunque en la última junta de gobierno del año, la entidad provincial decidió levantar parcialmente esa decisión, con el fin de que se acometan obras de mantenimiento de los espacios construidos y evitar así que la estructura se acabe deteriorando en exceso. Para esa actuación se han destinado cerca de 60.000 euros, con los que se pretende dejar el espacio en perfectas condiciones antes de retomar las obras.

No en vano, nadie duda de que éstas se vayan a retomar, pues la Diputación también decidió el pasado mes de diciembre prorrogar el convenio de seguimiento de esta actuación, que finalizaba el último día de 2015, hasta el mes de agosto.

La principal incógnita será saber si continuará trabajando la empresa que se encargaba de la remodelación de la antigua casa da cultura o se optará por otra.

Tanto el Concello de Vilanova como la adjudicataria de la obra presentaron alegaciones a la decisión de la Diputación que todavía no han recibido respuesta. Ambas entidades están disconformes con la paralización de las obras y consideraban que existían otros mecanismos antes de tomar una decisión tan radical. De hecho, las dos entidades no descartan acudir a la vía judicial en caso de que sus recursos no prosperen.

El propio Gonzalo Durán llegó a asegurar en su día que la decisión era "totalmente ilegal, porque se han incumplido los términos del acuerdo que existía entre la Diputación y el Concello de Vilanova, y que una decisión tan importante debería haber sido tomada por consenso y no de manera unilateral, como se ha hecho".

Pese al enfado, el regidor vilanovés no dudó en acudir a la comisión que se celebró casi un mes después de la decisión de paralizar la obra, un encuentro que sirvió para limar algunas asperezas surgidas entre las dos administraciones.