La Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio ha otorgado al Concello de A Illa de Arousa la autorización para las obras de construcción del edificio de usos náutico deportivos que se va a ejecutar en las inmediaciones de la playa de O Bao. Este permiso era una condición necesaria para ejecutar las obras, ya que el terreno que van a ocupar las instalaciones se encuentra ubicado en una zona de servidumbre de protección del dominio público marítimo terrestre, o lo que es lo mismo, a menos de 100 metros de distancia del punto más alto que alcanza la pleamar.

La propia secretaria xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo, Encarnación Rivas, se encargó de confirmarle ayer al regidor isleño, Carlos Iglesias, la resolución que autoriza la construcción de esta infraestructura que vienen demandado, desde hace años, el Clube de Piragüismo y la Escola de Navegación Tradicional de Dorna.

Según el PXOM de A Illa, aprobado el 14 de febrero de 2002, las nuevas instalaciones se sitúan en una parcela clasificada en suelo urbano no consolidado, como sistema general dotacional. Originariamente, el uso de la parcela era el de estacionamiento, pero en 2011, el pleno del Concello isleño acordó iniciar la tramitación de una modificación puntual del PXOM para cambiar el uso de la parcela, pasando de estacionamiento a náutico deportivo, que es el que tiene en la actualidad.

El proyecto que se va a desarrollar y que impulsan la Diputación de Pontevedra y el propio Concello, consiste en la construcción de un edificio de usos náuticos de 1.612 metros cuadrados de superficie construida, distribuido en tres módulos diferenciados que servirán para entrenamiento y almacén de piragüismo, almacén de dornas y un espacio común que acogerá vestuarios, aseos gimnasio y aulas de formación.

En este volumen se situaba la zona de cafetería, propuesta en el anteproyecto inicial y que acabó siendo excluida por constituir un uso turístico incompatible con la clasificación urbanística de la parcela. El proyecto fue redactado por el arquitecto provincial y por la responsable de urbanismo en el Concello de A Illa, después de que la empresa que ganó el concurso de ideas que elaboró la Diputación decidiese renunciar a su ejecución. Esta decisión acabó dilatando en el tiempo la ejecución de la obra.