La crisis demográfica que desde hace unos años también se ha instalado en muchas zonas costeras gallegas se consolida en O Salnés. Un año más, la comarca pierde habitantes, según el informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), referido al 1 de enero pasado. Dicho informe indica, a grandes rasgos, que la comarca arousana ha perdido más de un centenar de vecinos en el último año; que Vilagarcía se ha alejado un poco más del objetivo del volver a ser el octavo municipio más poblado de Galicia; que solo Cambados mantiene el tipo, con un incremento de más de 400 personas; y que A Illa está de nuevo por debajo de los 5.000 vecinos.

En lo que atañe al cómputo global de la comarca, los nueve municipios de O Salnés empezaron este año con 110.422 habitantes, frente a los 110.534 que estaban empadronados a principios de 2014. O Salnés fue tradicionalmente una de las comarcas demográficamente más dinámicas de Galicia. La riqueza de la ría de Arousa y de la huerta de la comarca, la proximidad a polos económicos y administrativos importantes como Pontevedra, y la existencia de un gran centro de servicios como Vilagarcía propiciaron que la comarca fuese creciendo en población hasta bien entrado el presente siglo, frente a la tendencia a perder habitantes de las zonas rurales gallegas.

Pero esta tendencia empezó a invertirse con la recesión económica, que tuvo entre otras consecuencias el éxodo de gran número de inmigrantes, y la salida hacia otros territorios de personas que habían quedado en paro. Dicha tendencia parece consolidarse. Los datos del población del INE son en este sentido clarificadores. Así, O Salnés tenía 111.089 habitantes a 1 de enero de 2013, frente a los 110.534 del mismo día de 2014, y los 110.422 de la última estadística. Esto implica que los nueves ayuntamientos del sur de la ría de Arousa perdieron 667 vecinos en solo dos años.

La situación hubiese sido mucho peor de no ser por el insólito dato de Cambados, que a lo largo de 2014 ganó 496 habitantes. De hecho, fue el ayuntamiento que más población ganó ese año en toda Galicia, incluso por encima de las siete grandes ciudades. Así, la Vila do Albariño tenía a 1 de enero pasado 13.895 personas empadronadas, frente a las 13.399 del ejercicio anterior.

En la otra cara de la moneda, la pérdida de peso demográfico de Vilagarcía parece imparable. Un año más, la capital arousana pierde habitantes. El Instituto Nacional de Estadística contabiliza en su último registro 37.482, casi 250 menos que en 2014.

Así las cosas, a corto plazo ya parece seguro que Vilagarcía no podrá recuperar su antiguo estatus de octavo ayuntamiento gallego. Y es que aunque Narón también ha visto frenado su imparable ascenso demográfico de la última década, y perdió vecinos como la mayor parte de los concellos gallegos (tenía 39.574 en 2014, y 9 menos a principios del presente ejercicio), la diferencia sigue creciendo año tras año. El "respiro" para Vilagarcía es que también se ha estancado el crecimiento del otro municipio coruñés que más estaba creciendo en los últimos años, Oleiros. Esta localidad, que ha medrado a la sombra de A Coruña, tenía a 1 de enero pasado 34.693 habitantes, frente a los 34.563 del año anterior.

En cualquier caso, los ayuntamientos disponen ahora de un periodo para la presentación de alegaciones si consideran que en sus padrones hay más personas de las contabilizadas por el INE.