Las depuradoras de Francia e Italia no dejan de solicitar mejillón gallego, que actualmente goza de una calidad casi insuperable. El problema es que queda muy poco, y en zonas muy concretas, después del intenso trabajo realizado en los últimos meses gracias a la ausencia de biotoxinas marinas y la intensidad con la que se movieron conserveras y cocederos.

El gran problema ahora mismo es que prácticamente no hay mejillón "normal" -hasta 37 piezas por kilo- ni "grande" -entre 21 y 27 piezas por kilo-, salvo el que cuelga de algunas bateas de reciente apertura tras el episodio tóxico -especialmente en Vigo-, alguno que queda reparcado y el que determinadas asociaciones tienen reservado para sus clientes más importantes, es decir, determinados supermercados que quieren ofrecer molusco en Navidad.

La escasez de mejillón es tan extrema -aunque esta vez sea por una buena causa, como es que ya se vendió la mayor parte-, que algunas entidades piden a otras que les "presten" producto para abastecer a sus clientes más "desesperados", pues, insisten, "italianos y franceses están tirando como nunca".

Lo que se está comercializando, sobre todo, es mejillón tipo "lacasito" -el de menor tamaño, con hasta 55 piezas por kilo y muy apreciado en algunas partes de Europa- y mejillón "europeo", de hasta 40 viandas por kilogramo. Ayer, en Vilanova de Arousa, se vio cómo se cargaban hasta quince trailers al mismo tiempo.