Las obras de pavimentación de la carretera N-640 a su paso por el término municipal de Vilagarcía de Arousa despiertan críticas entre los conductores que todavía se ven obligados a esquivar las tapas de los servicios públicos en la calzada, en la zona urbana. Los usuarios de este vial tampoco consideran adecuado que los dos carriles de la recta de Rubiáns estén ahora configurados como un mapa de parches, porque lo que se esperaba era un asfaltado en condiciones en todo el tramo que fue adjudicado por un total de por un total de 215.551,18 euros, impuestos incluidos, y un plazo de ejecución de 3 meses.

El proyecto de ejecución se llevó a cabo tras comprobar los técnicos del departamento de Carreteras del Ministerio de Fomento, una serie de deterioros, tanto debido a las acciones ejercidas por el tráfico como a las adversas condiciones meteorológicas a las que ha estado expuesta esta carretera de titularidad estatal.

En el documento técnico se indicaba la existencia de roderas, baches, roturas, grietas, cuarteos, desintegración superficial del pavimento con desprendimiento de material, entre las principales cuestiones.

El tramo de las obras está comprendido entre los puntos kilométricos 233+380 y 238+700, abarcando los términos municipales de Caldas de Reis, Vilanova de Arousa (desde la rotonda de Godos) y Vilagarcía de Arousa, donde acaba esta carretera nacional.

Las actuaciones establecidas en el proyecto técnico se distribuyen en tres apartados. El primero de ellos es la rehabilitación del firme en zonas localizadas consistente en el fresado del paquete de firme existente a una profundidad de 5 centímetros; emulsión termoadherente y reposición de 5 centímetros de firme.

En el segundo apartado se planificó el tratamiento superficial con lechadas bituminosas, siendo la primera actuación el sellado de las principales fisuras observadas para la protección del pavimento frente a los nocivos efectos derivados de la entrada de agua y partículas sólidas hacia el interior del paquete bituminoso.

Según el documento técnico, los tramos delimitados incluyen la extensión de microaglomerado en frío como capa de rodadura. Mediante esta acción se pretende fundamentalmente el tratamiento antideslizante de la calzada, aumentando la adherencia neumático-pavimento y la regularidad superficial de la carretera.

En el tercer apartado, se establecía el nuevo pintado de todas las marcas viales de acuerdo con la normativa vigente.

Las obras, adjudicadas a la empresa Covsa, comenzaron el 9 de noviembre, sin que se produjeran las grandes y temidas retenciones de tráfico. Un mes después, los usuarios del vial se preguntan si los trabajos ya están acabados porque no ven maquinaria, pero tampoco detectan importantes mejoras.