La campaña del centollo en Galicia cumple mañana su primer mes. Lo hace con unos resultados francamente positivos para la flota de enmalle, sobre todo en la provincia de Pontevedra, cuyos barcos fueron los primeros en largar los miños, el 8 de noviembre, mientras que el 15 empezaron a utilizarse esas redes en la provincia de A Coruña y el 29, en la de Lugo.

Aún es pronto para sacar conclusiones, pero los resultados obtenidos invitan al optimismo, sobre todo ahora que se aproxima la Navidad. Y es que a estas alturas puede hablarse ya de más de 140 toneladas de crustáceo vendidas en lonja para superar los 1,5 millones de euros, lo cual representa el segundo mejor registro -por volumen- de la última década en un arranque de temporada, pero el primero a nivel económico.

Esas 140 toneladas comercializadas están ya por encima de las 131 despachadas en lonja en el primer mes de la campaña 2014, de las 103 toneladas de 2013, las 127 de 2011 y las 119 toneladas con las que se saldó el primer mes de actividad en 2012.

Únicamente pueden compararse los registros actuales con el arranque de la actividad centoleira en 2012, cuando en el mismo periodo las lonjas rondaron las 193 toneladas de crustáceo. Pero aún así la temporada actual también se antoja mejor, ya que a pesar de vender menos cantidad que entonces la facturación es mayor.

Para analizar lo que está dando de sí esta campaña hay que empezar diciendo que O Grove vuelve a ser el puerto de referencia. Marca, como siempre, los mejores registros económicos de Galicia, lo cual está directamente relacionado con la fama que tiene en este puerto el considerado rey de los mariscos.

Tal es la calidad que se presupone al centollo grovense que no solo alcanzó el precio máximo establecido hasta ahora, 31,60 euros por kilo, sino que en esta lonja hay un precio de retirada de 8 euros. Por debajo de esa cantidad ya no se vende producto, mientras que en otras lonjas acaba entregándose incluso a uno o dos euros el kilogramo. Esto hace que el propio sector se obligue a devolver al mar el producto de peor calidad en lugar de llevarlo a la rula grovense.

Según los datos aún provisionales -pueden incrementarse- en poder de la plataforma Pesca de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar, O Grove subastó ya más de 27 toneladas de centollo por valor de 372.000 euros.

El "honor" de ser la primera lonja en cuanto a volumen descargado es para A Coruña, con más de 30 toneladas, pero sus ingresos por este recurso se limitan a 164.000 euros, después de haber marcado un tope de 23 euros y un precio mínimo de 1,09 euros el kilo.

También es significativo el papel de Ribeira, pues aunque ha vendido menos que A Coruña y O Grove -25 toneladas de centollo- logró unos ingresos de 216.000 euros, superando a la ciudad herculina y estableciendo el techo de sus operaciones en 22,50 euros por kilogramo, en este caso con un precio mínimo de un euro.

Con un millar de barcos dedicándose a la pesca con miños, la mitad en la provincia de Pontevedra, el centollo constituye por tanto uno de los recursos importantes en Galicia. También en lonjas como la de Vigo, que tras este primer mes de campaña llevó al mercado 13 toneladas (86.000 euros), situándose su primer mío -término que establece el valor de los mejores ejemplares- en 24 euros por kilo.

Al mismo tiempo hay que hablar de Cambados, que supera ya las 9 toneladas de centollo desde que comenzó la actividad el 8 de noviembre y que logró 128.000 euros, con un máximo de casi 30.

Respecto a las demás lonjas, pueden destacarse los más de 43.000 euros obtenidos en Bueu por la venta de casi 5 toneladas de crustáceo, a un máximo de 20 euros y un mínimo de 4,50, o los 41.000 euros facturados en Cangas (4 toneladas) y Muros (7 toneladas).

A más distancia aparecen la rula de Marín, con 25.000 euros logrados con la venta de casi 4 toneladas de centollo; Ferrol, con 21.000 euros y 3 toneladas de producto; e incluso Fisterra y Portonovo, con 15.000 euros en cada caso.