Un pueblo nunca debe olvidar su memoria. Eso es lo que ocurre con el pequeño lugar de Currás, en Vilanova de Arousa, donde siempre se ha recordado el viejo esplendor de sus molinos y la existencia de un pequeño camino que bordeaba el litoral de O Esteiro y que les permitía comunicarse con los lugares de Caleiro, Corón y Vilanova.
Aquel Camino partía desde los molinos y llegaba a donde hoy se sitúa la polémica casa da cultura, pero los sucesivos rellenos que se registraron en la zona, especialmente en la década de los años 70, acabaron sepultando parte de esa memoria. Sin embargo, la iniciativa de Costas de construir una pequeña senda litoral ha devuelto la memoria a los vecinos, y el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, se ha encontrado con la existencia del camino de As Barronqueiras, que el mismo desconocía por completo.
"Los vecinos lo recuerdan perfectamente e incluso aseguran que existía una fuente termal en la zona que vamos a ver si somos capaces de encontrar", explica Durán, antes de asegurar que "esa agua, por lo que dicen los vecinos era muy buena para la vista, por lo que mi olfato de médico me dice que debía ser rica en sulfatos".
La senda que está construyendo Costas afecta a unos 300 metros lineales de litoral, y cuenta con una pequeño puente de madera que ya se ha construido y finalizará en Currás, a donde llegará a través de una pasarela pivotante que todavía no se ha instalado pese a que todo el entorno se encuentra preparado para acogerla. "Todas las personas mayores de 50 años de edad de esta zona recuerdan la existencia de este camino, y muchas de ellas lo utilizaban frecuentemente, por lo que ahora les estamos devolviendo lo que en su día se les quitó", asegura Durán.
Una vez finalizada la senda, será el momento de fijarse en los molinos de Currás. "Esa será la segunda fase del proyecto, en la que ya estamos trabajando", insiste el regidor vilanovés. En los últimos tiempos se han retomado las negociaciones con los propietarios de las tres edificaciones ruinosas y semiderruidas que coronan la desembocadura del río Currás y parece que "están muy avanzadas, por lo que esperamos llegar pronto a un acuerdo con ellos". El siguiente objetivo no es otro que la consecución de un Obradoiro de Emprego que permita recuperar el patrimonio etnográfico que atesoran estas tres edificaciones, abandonadas en los años 60 del pasado siglo y que los vecinos llevan más de una década reclamando por su rehabilitación. Además, "todo el entorno de los molinos, unos 1.000 metros cuadrados, son parcelas de titularidad municipal que esperamos recuperar para crear un gran parque público desde el que se pueda gozar de unas inmejorables vistas a la ensenada de O Esteiro.
Aunque en el pasado se realizaron algunas actuaciones en la zona, lo cierto es que esta se encuentra bastante degradada desde hace años, y el objetivo del Concello es tratar de recuperarla lo antes posible.
