Bruselas se ha convertido estos días en epicentro de la lucha antiterrorista contra el yihadismo islámico. Desde el sábado la capital belga ha elevado su estado de alerta al nivel 4, el máximo que contempla Bélgica ante el riesgo de sufrir un ataque terrorista inminente en su capital. En Bruselas vive Manuel Crespo Otero, un meañés de 38 años que lleva siete trabajando allí en la Representación Permanente de España ante de la Unión Europea, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores. y accede a conversar por Skipe con FARO sobre la situación.

- ¿Cómo se está llevando el nivel máximo de alerta terrorista estos días en Bruselas?

- Con inquietud, con preocupación lógica, y también con rabia porque Bruselas es una ciudad con mucha vida cultural: teatros, conciertos, cines? y ves que no puedes disfrutar de ello. Por otra parte lo llevas con resignación porque estás más en casa, sabiendo además que son unos días y que en principio a partir de mañana miércoles [hoy para el lector], reabran el metro, los colegios y se espera que todo empiece a volver poco a poco a la normalidad.

- ¿Cómo se traduce ese nivel de aleta 4 en la calle?

- Los colegios no han abierto, tampoco las guarderías, no funciona el metro ni el pre-metro que es como llaman aquí a una especie de tranvías que circulan en algunos tramos de forma subterránea. Por lo demás el transporte urbano de superficie sí funciona con normalidad, excepto algunas líneas que tienen algún tipo de restricción. Pero también hay empresas que cerraron su puertas estos días, las que podían optaron por el teletrabajo, en parte se hace también para facilitar a los padres el cuidado de los niños que no pueden ir al colegio. Pero lo que sí se percibe es menos tráfico en la ciudad.

- ¿Se nota mucho el bajón en los lugares de ocio?

- Sí que se nota. El pasado viernes yo aún fui a un concierto, pero el sábado, cuando se decretó la alerta 4, se suspendieron muchos, cerraron los cines, los restaurantes y bares tenían mucha menos clientela, sí se veía bastante menos

- ¿Hay recomendaciones para no salir de casa?

- Sí, se recomienda no salir o salir lo indispensable. Pero bueno, limitas un poco los hábitos, no está todo el mundo metido en casa, ni mucho menos.

- ¿Usted está yendo a trabajar al edificio de la Comisión como de costumbre?

- Sí, solo que tengo que hacerlo a pie al no haber metro. Vivo en la comuna Etterbeek, que aquí una comuna son divisiones administrativas de la ciudad, y estoy a 10 minutos en metro del centro. Al no poder cogerlo tengo que desplazarme a pie? es un caminata de unos 25 minutos. En la calle, sobre todo en las neurálgicas, sí se nota mucha presencia policial e incluso militar, agentes y soldados con metralleta en ristre, camiones militares... Pero una vez en el edificio de la Comisión todo es la seguridad habitual, es más, Bruselas está en alerta 4 que es la máxima, pero curiosamente el edificio de la Comisión en el que yo trabajo está en alerta 3.

- ¿Y sufrió controles durante su recorrido al trabajo?

- No, solo ves mucha presencia policial, nada más. Las informaciones son un tanto contradictorias, por una parte se habla de riesgo de atentado inminente, pero por otra hasta ahora en los operativos realizados por los cuerpos de seguridad no se encontraron armas, ni arsenales, los detenidos que hubo acabaron siendo puestos en libertad? Es una situación de calma tensa.

- ¿Cómo es esa comuna de Molenbeek que parece el epicentro de la preocupación policial?

- Precisamente hace unos días pasaba por ella en bicicleta con unos amigos cuando veníamos de trabajar en un pequeño huerto que nos agenciamos en una parcela en régimen de alquiler en las afueras de Bruselas, y donde plantamos tomates, nabicol y cosas así para disfrutar del campo. Es una comuna distinta, por cuanto en las comunas de la ciudad viven mezcladas gentes de todas las razas y culturas, pero Molenbeek es más un foco mayoritario de magrebíes.