Para sacar partido al centro de Interpretación de Catoira-Torres do Oeste hay que tener muy presentes las fortalezas y debilidades de este proyecto y del entorno en el que se desarrolla. A favor de esta iniciativa municipal juega el hecho de que las Torres do Oeste, declaradas Monumento Nacional en 1931, sean un recurso histórico artístico de gran interés; además de un producto turístico consolidado a través de la anual Romaría Vikinga, fiesta declarada de Interés Turístico Internacional desde 2002.

La participación de Catoira en el Itinerario Cultural Europeo de Vikingos y Normandos, la riqueza paisajística y ornitológica del entorno o el hecho de que el centro de interpretación ya esté construido son otras fortalezas a tener muy en cuenta. A esto se suman las oportunidades que brindan las ayudas europeas y la posibilidad de integrar a Catoira en una red de centros culturales o museísticos que permita atraer más visitantes. En cuanto a las debilidades y amenazas se citan la crisis económica, la dependencia de subvenciones, carencia de un plan estratégico global o la ausencia de señalización e información tanto en el yacimiento arqueológico de las Torres do Oeste como en el propio centro interpretativo y sus accesos.