La Consellería de Educación asegura que está investigando "qué pasó" con el menú servido el lunes en los comedores escolares de Carril, Rubiáns y Vilaxoán, donde la empresa malagueña Perea Rojas sirvió un caldo gallego en mal estado, pues "tenía espuma y estaba ácido", según denunciaron las Anpas de los tres colegios afectados. El departamento autonómico elude precisar las medidas que tomará contra la adjudicataria del servicio, y mucho menos aclara si las graves deficiencias detectadas por la comunidad escolar supondrá la rescisión del contrato. "De ser el caso, se le exigirá a la empresa las responsabilidades que procedan", sostienen desde Educación.

No obstante los padres aseguran que el caldo deteriorado ha sido la punta del iceberg del mal funcionamiento que el servicio lleva acarreando desde el inicio del curso, pero que en ningún caso se trata de la única anomalía del servicio. Poca cantidad de comida (por ejemplo un supuesto arroz con pollo sustituido por un arroz con salsa de tomate) y escasez de agua embotellada son otras quejas de los progenitores. De hecho la empresa llegó a proponer la instalación de fuentes en los comedores para que los niños beban agua de la traída, una pretensión a la que las Anpas se oponen frontalmente.

Gestiones municipales

Frente a la tibia postura de la Consellería de Educación, el gobierno de Vilagarcía se ha mostrado más contundente. De hecho el alcalde, Alberto Varela, envió ayer tanto al departamento que dirige Román Rodríguez como a la Consellería de Sanidade sendas cartas en las que les exige "una rápida solución" al deficitario funcionamiento de los comedores escolares con catering de Vilagarcía. "Para el gobierno local este es un tema de máxima preocupación", por lo que el regidor socialista insta a la Xunta a adoptar "las medidas oportunas y con carácter inmediato" para que casos como el de este lunes no se vuelvan a repetir.

Varela muestra su "total apoyo" a las reivindicaciones de las asociaciones de padres de alumnos y asegura que ya estuvo en contacto con gobiernos de otros ayuntamientos afectados por el mismo motivo y por la misma empresa, de ahí que se pusiera de inmediato en comunicación con la Xunta, "todo esto con independencia de que se promoverán iniciativas parlamentarias para aclarar todo lo que tiene que ver con la concesión del catering y la calidad del servicio que presta", exponen desde Ravella.

El alcalde recuerda a los conselleiros de Educación y Sanidade que "cualquier problema que tenga que ver con seguridad alimentaria merece la máxima atención por parte de las administraciones, pero cuando se trata de alimentación de niños y niñas de corta edad hay que ser especialmente cuidadosos".

Desde la dirección del colegio de Rubiáns, uno de los afectados, dicen que han hablado con la Consellería de Educación porque las conversaciones con la empresa adjudicataria no tuvieron su resultado, ya que la firma andaluza hizo caso omiso de las quejas expresadas por la comunidad escolar.