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Cambados tuvo fábrica de chocolate

Los profesores Xoán Antonio Pillado y Manuel Núñez guían a una veintena de personas por un 'roteiro' dedicado a Cabanillas que también permite conocer la historia de la villa

Pillado Silvoso y Núñez (tercero y cuarto por la izquierda) con el grupo en la casa museo. // Iñaki Abella

Una veintena de personas esperaban a las puertas de la casa museo de Ramón Cabanillas a las 11 de la mañana de ayer. El Ayuntamiento de Cambados celebra desde el pasado jueves y hasta el sábado próximo una serie de actos dedicados al poeta, con motivo de la efemérides de su fallecimiento, que se conmemora mañana lunes. Y una de las más esperadas y novedosas era el "Roteiro" por los monumentos y lugares de Cambados vinculados de una u otra forma a la vida y la obra de Cabanillas.

Dos profesores muy interesados en la historia local, como son Manuel Núñez y Xoán Antonio Pillado -que fue alcalde en la década de los 80- ejercieron de cicerones en una actividad que ambos han desarrollado en más de una ocasión por separado con sus alumnos, o juntos por iniciativa de la asociación Candea. Pero la de ayer era una cita especial, ya que era la primera vez que el Ayuntamiento organizaba este evento.

La actividad empezó en la casa museo dedicada a Cabanillas, y que está situada en una antigua vivienda de tipología marinera de la calle Novedades, en pleno meollo del barrio antiguo de Fefiñáns. El programa arrancaba con una visita al interior del museo, que recoge algunos objetos vinculados al escritor, así como paneles con información sobre su vida y su obra.

Minutos después, el grupo se desplazó a la cercana Rúa Real, donde se encuentra la casa familiar de Cabanillas, en la que residió desde su boda. Una de las nietas del escritor, Aurora Vidal Cabanillas, "Pitusa" cuenta a menudo que esta es la verdadera casa del creador de "No desterro" y "Vento mareiro", ya que en la calle Novedades nació por circunstancias familiares, pero apenas pasó tiempo.

En esa vivienda de la calle Real es donde realmente se encuentra el legado personal del escritor, que durante los últimos años se encargó de catalogar e inventariar pacientemente el investigador Luís Rei, fallecido este verano. Un legado que conformará la sala expositiva que el Concello quiere poner en marcha en 2016.

La parada en la Rúa Real duró algo más, puesto que como explica Xoán Antonio Pillado "aprovechamos este Roteiro para explicar algo sobre la historia de Cambados". Así, se habló de que la Real fue durante mucho tiempo la principal arteria comercial de Cambados, ya que hasta no hace muchas décadas el mercado de abastos se celebraba en la plaza de Fefiñáns. En torno suyo fueron abrieron infinidad de comercios, bares y hasta una fábrica de chocolates que estuvo situada en lo que hoy es el bar Laya y otra de jabones que regentó entre finales del siglo XIX y principios del XX el padre del escultor Francisco Asorey en la vivienda familiar. La ruta literaria prosigue frente a la casa en la que vivió Ramón María del Valle Inclán entre 1912 y 1916, en la intersección entre la Rúa Real y Príncipe, donde se habló de la relación entre Cabanillas y el vilanovés, y entre el poeta y Asorey, ya que el grupo tenía a sus espaldas la escultura "A Naiciña".

Un breve paseo les llevó después hasta la "igrexa do convento", que es como se conoció durante mucho tiempo la actual iglesia parroquial, y en cuyas dependencias se situó la escuela de graduados de Cambados hasta que en 1967 abrió el colegio Antonio Magariños. Es en la iglesia donde Cabanillas sitúa su poema "Unha tarde na escola".

La siguiente parada fue la actual biblioteca Luís Rei (también conocida como Casa dos Fraga), al ser el lugar donde se celebró una comida de confraternidad en 1912 para celebrar el regreso de Cabanillas de Cuba. Y entonces los asistentes se dieron cuenta de que ya era la una pasada, y de que les quedaban muchas cosas que ver y que comentar. "Fuimos a un ritmo tranquilo, distendido, charlando. La gente participaba con preguntas y haciendo comentarios, y se pasó el tiempo volando", explica Pillado. "Así que decidimos dejar lo que nos quedó por ver para una segunda etapa que se haga otro día".

Y también será una etapa intensa, a buen seguro, pues les quedan por visitar el pazo de Ulloa, las ruinas de Santa Mariña y el monte de A Pastora, la casa donde murió Cabanillas, situada en la calle Hospital -el Ayuntamiento coloca mañana lunes por la tarde una placa conmemorativa en su fachada- y el Paseo da Calzada.

El 9 es el día grande del programa, y A Xuventude acoge a las 20 horas un acto con una conferencia, un recital poético y música.

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