El accidente laboral sufrido ayer por Anxo Serantes Álvarez, de 27 años, se produce apenas cuatro meses después del que sufrió Yennifer Caneda Pereira, que por entonces tenía 19 años.

La chica estaba trabajando en Frigrove cuando una máquina le atrapó la mano derecha y prácticamente le arrancó cuatro dedos. Tal fue la gravedad de la lesión que inicialmente tanto ella como su familia los dieron por perdidos.

Pero afortunadamente los médicos fueron capaces de reconstruirle tres de los cuatro dedos, por lo que una vez superado el susto inicial Yennifer Caneda se mostró agradecida y muy contenta, sabedora de la suerte que había tenido a pesar de todo.

En marzo de 2011 un trabajador de este mismo centro frigorífico, José B.O., de unos cincuenta años, sufrió otro accidente laboral en esta factoría de la subida a Monte Siradella.

Fue un aparatoso corte en la mano que inicialmente hacía temer lo peor, "pero la salvó milagrosamente y no perdió ningún dedo", explicaban entonces los equipos de emergencia.

Mucho más reciente está el suceso registrado en Conservas Isabel de Galicia, también en O Grove, que tuvo como protagonista a Francisca Lois Piñeiro, de sesenta años. Ocurrió hace menos de un mes, cuando esta operaria con cuatro décadas de experiencia en la empresa sufrió la amputación de su brazo derecho, entre el codo y la muñeca, después de que le quedara atrapado en una máquina cerradora de latas de conserva.