Hace unos días el pabellón del IES Cabanillas, en Cambados, era noticia porque llovía dentro de la instalación, literalmente, pese a haberse inaugurado hacía solo unos meses. Algo similar ocurre en el colegio A Lomba de Vilagarcía, si bien las filtraciones no son tan abundantes y el centro no abrió este año. Lo hizo hace siete, en 2008. Por tanto es un inmueble relativamente nuevo, que sufre goteras e inundaciones en las épocas de lluvia prácticamente desde que empezó a funcionar, según denuncia la asociación de padres de alumnos.

Ayer los escolares del grupo de 5 años de Educación Infantil tuvieron que dar clase entre capachos que recogiesen el agua que caía del techo. Se colocaron sobre hojas de periódico para evitar resbalones en sus inmediaciones. Así, los niños tuvieron que pasar toda la mañana en un espacio repleto de humedad a consecuencia de las filtraciones.

Desde la Anpa aseguran que ayer mismo dieron parte de la deficiencia a la dirección, una queja que no llegó al concejal de Educación, Argimiro Serén, que asegura no haber recibido comunicación alguna por parte del centro informándole de estos problemas. No obstante, el edil socialista añade que quizá la dirección del colegio se hubiese dirigido a los técnicos municipales de su departamento, pues él no tiene dedicación exclusiva y trabaja como profesor en un centro educativo de Vilagarcía, por tanto por las mañanas no está en el Concello.

Fuentes de la Anpa de A Lomba advierten de que las filtraciones en el aula de los alumnos de 5 años persisten desde hace tiempo. "Mi hijo está en esa clase desde los 3 años y ya entraba agua", ejemplifica una madre.

Además de este espacio del colegio, los padres aseguran que las deficiencias se registran en otras partes del recinto escolar, como por ejemplo "más aulas", en las que ayer había cubos para recoger el agua, y también varios ventanales por los que entra la lluvia.

Las familias están hartas de denunciar una situación que se repite cada invierno y a la que por ahora ninguna administración ha dado solución.

Si bien las obras en los centros educativos son competencia de la Xunta, el Concello de Vilagarcía ha asumido pequeñas mejoras, como por ejemplo la construcción de una pasarela de hormigón en el patio del recinto A Lomba-Arealonga para evitar anegamientos en el exterior, y con ello que los niños lleguen mojados a casa al salir de clase. "Ahora se forman algunos charcos cuando llueve mucho, pero nada que ver con lo que teníamos antes", opina un padre.

El colegio de A Lomba fue inaugurado en septiembre de 2008, es decir, hace justo siete años, y desde su apertura ha dado problemas, tanto de inundaciones como también de desprendimientos. Prueba de ello fue en abril de 2013, cuando los niños de Infantil y primero de Primaria estaban en fila en una puerta para entrar al colegio y cayó al suelo una pequeña parte del revestimiento de la fachada. Afortunadamente no hubo heridos.