Valle-Inclán estaría orgulloso de los políticos con los que cuenta la comarca de O Salnés, ya que muchos de ellos le servirían al genio de Vilanova para elaborar uno de sus grandes esperpentos. Ni PP ni PSOE fueron capaces de convencer a los tres grupos de independientes para que respaldasen una de las dos candidaturas que ayer se pusieron encima de la mesa para presidir la Mancomunidade: la conservadora de Gonzalo Durán y la socialista de José Antonio Cacabelos. Este último era el que partía con ventaja para hacerse con el puesto de presidente, sobre todo porque las formaciones independientes de Ribadumia y Sanxenxo gobiernan sus respectivos municipios en coalición con el PSOE.

De hecho, en la tarde del pasado miércoles, todo parecía estar atado y bien atado para que una coalición de la izquierda y de los independientes, en la que el alcalde de Sanxenxo, Gonzalo Pita, actuaría como vicepresidente. Ese acuerdo significaba el fin a dos décadas de gobierno conservador, escenificado en los últimos cuatro años por el regidor de Vilanova, Gonzalo Durán.

Sin embargo, ese supuesto acuerdo se rompió unos instantes antes de que comenzase el pleno. Lo que era un rumor antes de que los concejales se sentasen en la mesa iba confirmándose con las caras de cada uno de los protagonistas, especialmente la de Cacabelos y Gonzalo Pita, el primero, desencajado, el segundo excesivamente serio. Tras la toma de posesión de los vilagarcianos Tomás Fole y Tania García, llegó la presentación de candidaturas, en la que no hubo ninguna sorpresa. Comenzó la votación por Gonzalo Durán, que recibió exclusivamente los votos del Partido Popular, un total de doce. El mismo número de manos se levantó cuando le tocó a los partidarios de Cacabelos: PSOE, BNG y Somos Cambados levantaron al unísono, pero entre sus filas tres brazos se quedaron paralizados, los de los independientes, que truncaban así la esperanza de PSOE y BNG de arrebatar otra institución al PP, ya que necesitaban, al menos dos, para alcanzar los catorce, que otorgan la mayoría absoluta que se necesita para gestionar la Mancomunidade.

El empate técnico entre los dos candidatos deja a la Mancomunidade sin cabeza, por lo menos hasta que no se vuelva a conseguir un pacto que decante la balanza hacia un lado o hacia el otro. E incluso, se barajó la posibilidad de cambiar los estatutos de la institución con el ánimo de buscar una fórmula que permitiese gobernar sin necesidad de tener mayoría absoluta, algo que preguntó la vilagarciana Tania García.

El principal damnificado por lo ocurrido es el socialista de O Grove, que tras el pleno no dejó muchas puertas abiertas a un futuro acuerdo con los independientes. Cacabelos aseguró que "media hora antes del pleno fue cuando el alcalde de Sanxenxo me dijo que se abstenía, a lo que se sumó el de Ribadumia; lo que ha ocurrido es algo que no acabo de entender, porque los dos participan en gobiernos con el Partido Socialista". Aseguraba Cacabelos que "ayer (por el miércoles) hablé con todos y contábamos con los catorce votos y yo me fío de la palabra de las personas; Pita me pidió la vicepresidencia, y yo le dije claramente que si él no era mi vicepresidente yo no sería presidente". A título particular, aunque lo va a analizar con su grupo, reconoció que está dispuesto a renunciar a la presidencia: "No vuelvo a reiniciar una negociación que ya estaba cerrada, y más en un ente en el que se viene a trabajar por objetivos comunes y se trata de una asociación voluntaria de municipios". Pactar con el PP, como ofreció Gonzalo Durán es algo que pone en manos de BNG e Independientes de Cambados.

Sin embargo, esa posibilidad es algo que descarta por completo el nacionalista cambadés Víctor Caamaño, que tras el pleno apuntaba que "nuestra formación entiende que debe haber un cambio ideológico en las instituciones". Ese cambio ideológico pasaría por "acabar con lo de antes, con un PP que solo representa a sus propios intereses personales". Insiste en que "aquí había una propuesta progresista que las urnas han querido que encabezase el PSOE" y espera que entren el razón las formaciones independientes. Sin embargo, pese a este deseo, Caamaño no dudó en cuestionar las motivaciones del regidor de Sanxenxo, enviando el mensaje de que "no se puede mercadear con el voto, porque eso es un engaño a la ciudadanía por parte de gente que no está muy claro lo que defiende".