Para muchos establecimientos de hostelería de la comarca, la temporada alta termina los últimos días de agosto. Pero para los de O Grove, que es junto con Sanxenxo la principal meca turística de O Salnés, la temporada baja no empieza hasta después del Puente del Pilar. La Festa do Marisco propicia que hoteles y restaurantes de esta localidad trabajen a pleno rendimiento casi hasta mediados de octubre, y en ciertas fechas hay tal afluencia de viajeros que la fiesta también beneficia a hoteles de la poblaciones próximas, como Sanxenxo o Cambados. Pero con la clausura del certamen gastronómico, la hostelería arousana entra de lleno en el otoño-invierno.
La presidenta de la Asociación de Hostelería de O Grove, Beatriz Castro estima que "más del 80 por ciento de los negocios de hostelería, entre hoteles y restaurantes, cierran después de la Festa do Marisco". Este porcentaje de O Grove baja algo si se computan la totalidad de establecimientos de O Salnés, que van capeando mal que bien la temporada baja con los viajes organizados de grupos, o con los huéspedes que se desplazan por motivos profesionales, como los comerciales, pero en cualquier caso, se estima que desde hoy y hasta bien entrado marzo estarán cerrados más de la mitad de los hoteles de la comarca, salvo en algunos fines de semana o puentes festivos especiales, como el de la Constitución, en diciembre.
El turismo de O Salnés ha dependido históricamente del "sol y playa" y se ha concentrado históricamente en los meses del verano. Administraciones públicas, asociaciones profesionales y empresas han llevado a cabo iniciativas para intentar desestacionalizar las visitas, y aunque se hayan logrado avances más o menos significativos, el elevado número de locales que optan por cerrar pasado el Puente del Pilar para ahorrarse los costes de mantenimiento muestra que aún queda mucho camino por recorrer para lograr atraer a un mayor número de turistas entre octubre y marzo.
Beatriz Castro plantea que "el destino de Sanxenxo y O Grove es un atractivo de verano. Siempre fue así. Es muy estacional. Intentamos luchar contra eso, pero seguimos siendo estacionales". En opinión de la presidenta de la asociación de hosteleros, la fórmula para atraer la gente en otoño e invierno pasa "por potenciar los eventos paralelos", y pone como ejemplo las rutas de pinchos que organiza el colectivo. "Pero nosotros tenemos un presupuesto limitado y no podemos hacer todo lo que nos gustaría, así que tienen que ser los propios establecimientos los que fomenten iniciativas novedosas o paquetes turísticos".
Mientras, el gerente de la Mancomunidade do Salnés, Ramón Guinarte es muy optimista. "Está claro que nosotros no podemos competir con el sol y playa de las Canarias o el Levante, pero las Canarias o el Levante no pueden competir con nosotros en recursos turísticos. Y quizás nosotros aún no somos conscientes de todas nuestras posibilidades".
La Mancomunidade realiza campañas turísticas comarcales, y una de ellas consiste en organizar viajes de promoción del territorio de comercializadores turísticos. En las últimas tres semanas acogieron a profesionales de Israel, Alemania, México, Canadá, Reino Unido y Rusia, "y todos nos dijeron que están interesados en comercializar nuestra comarca. Lo que más les llamó la atención es la gran cantidad de recursos turísticos de que disponemos en un territorio tan pequeño".
Mientras tanto, son muchos los hosteleros que deciden cerrar ante la previsible caída en picado de clientela. Rafael Mourelos, que tiene dos hoteles en O Grove, el Amandi y el Abeiras, es uno de ellos. El primero de ellos lo cierra desde hoy, mientras que el Abeiras lo tendrá en marcha en torno a una semana más. Luego lo cerrará un par de meses, aunque sí abrirá en determinados fines de semana, como el del Puente de la Constitución o cuando se celebren las Xornadas da Centola. "La desestacionalización del turismo no es un objetivo irrealizable. Lo que ocurre es que así se llevan reclamando desde hace años una serie de cosas que no se dan hecho", declara este veterano hostelero.
