Siete de los ocho miembros que conforman la ejecutiva local del Partido Socialista en A Illa han puesto su cargo a disposición del partido en la última reunión de este órgano de gobierno celebrada en el municipio. El motivo alegado es el malestar que existe en el interior de la formación isleña por decisiones que consideran erradas tanto de la dirección nacional, pero sobre todo, con los representantes comarcales.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia es la ausencia de representación de la comarca de O Salnés en las listas a las elecciones nacionales, algo que nunca había pasado con anterioridad y de la que se responsabiliza directamente a la dirección comarcal, que renunció a la tercera posición de la candidatura ante la imposibilidad de que pudiese ser ocupada por el vilagarciano Julio Torrado.

Ese malestar ya estaba acrecentado por lo que consideran un "ninguneo" a su secretario general, el exalcalde Manuel Vázquez, al que se le anunció en reiteradas ocasiones que sustituiría a Carmela Silva en el Congreso, decisión en la que se acabó dando marcha atrás por parte de los órganos de dirección del partido, mientras a otros cargos del PSOE gallego, como Beatriz Sestayo, se vieron obligados a decidir entre su acta de concejal en Ferrol o de diputada en el Parlamento gallego para cumplir la normativa interna que impide la acumulación de cargos políticos.

Curiosamente, el único integrante de la ejecutiva que no ha presentado la dimisión es el propio Manuel Vázquez, que convenció a sus compañeros de someter esa decisión a una asamblea de militantes que se celebra mañana, a partir de las 17,00 horas, en la sede que la formación posee en la avenida da Ponte.

En ese encuentro se adoptará una posición definitiva sobre la continuidad, incluso, de la asamblea de A Illa en el seno de la formación del puño y la rosa.

El paso supondría para el PSOE perder uno de sus grandes bastiones en O Salnés, el único lugar de la comarca donde gobernó en los momentos más complicados de los últimos años y donde recuperó, en los últimos comicios municipales, la mayoría absoluta con el independiente Carlos Iglesias. Además, la agrupación local de A Illa es una de las más longevas de la comarca y de las más activas en cuanto a organización y trabajo.

Los miembros de la ejecutiva que están dispuestos a abandonar sus cargos de responsabilidad orgánica son Paula Dios Suárez, Julián García Mouriño, Juan Luciano Otero Besada, Pascua Suárez y los ediles Alfonso Salgado, Luis Arosa y Salomé Franco.

Todos ellos señalan hacia Vilagarcía, la agrupación que más peso tiene en la comarca, como la responsable de una situación que no aceptan, sobre todo porque consideran que el partido en O Salnés está roto y no existe ningún tipo de liderazgo. Lo demostrarían cuestiones como la ausencia total de reuniones con las agrupaciones locales y una falta absoluta de diálogo con la militancia que está alejando al partido de la realidad social.

Los buenos resultados electorales de las pasadas elecciones municipales en todo O Salnés no han sido suficientes para ocultar una división interna en la formación que se viene agrandando en los últimos meses. De hecho, la revuelta de A Illa se suma a otros problemas internos que el Partido Socialista ha tenido en el último año en varias agrupaciones locales de la comarca y que ponen en entredicho la figura de la representante de O Salnés en la ejecutiva gallega de la formación, Tania García. En caso de confirmarse la marcha de toda la ejecutiva, deberían ser los órganos del partido a nivel provincial los que designen una gestora

El exalcalde de A Illa, Manuel Vázquez, reconocía ayer lo ocurrido en la última reunión de la ejecutiva y la existencia de "un importante malestar en el seno de la agrupación por diferentes decisiones del partido en los últimos tiempos". En principio, el exregidor es partidario de no dimitir, pero "me debo a la gente que siempre me respaldó, por lo que si la asamblea ratifica la decisión de mis compañeros lo lógico es que les acompañe". Vázquez apunta que la mayor parte de los integrantes de la ejecutiva "son gente que lleva militando en el PSOE desde hace años pero que están disconformes con el rumbo que está tomando el partido en los últimos tiempos, lo que les ha llevado a plantear una dimisión que se ha supeditado a la decisión que adopte la asamblea de militantes".

Simbolismo

La decisión de la ejecutiva está cargada de simbolismo por su coincidencia temporal con uno de los hitos de la historia del socialismo en A Illa: la declaración de independencia del 8 de octubre de 1934. Más allá del simbolismo, la decisión tiene como principal objetivo mostrar un malestar que lleva mucho tiempo gestándose y que ha acabado por estallar.