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"La música es la gran cenicienta de las artes"

-¿La música se infravalora en el área de la educación?

-Totalmente. Siempre ha sido así. La música es la cenicienta de las artes en España. Los productos comerciales se lo llevan todo y no se fomenta la creatividad o la profundización en el conocimiento de esta actividad. No se forma adecuadamente a los chicos.

-¿Y qué aporta este arte como enriquecimiento personal?

-Todo. En la música caben todas las disciplinas. Es necesario atender al contexto, a la época, a la técnica y a la interpretación, por lo que se transforma en un trabajo multicultural. Siempre he insistido en que hay que sacar lo que se esconde detrás de las notas, porque la música acoge todo lo que forma parte de la vida; dramatismo, rabia, amor, recelo, dulzura...

-¿Contribuye, quizás, a que cada persona tenga una oportunidad de reinventarse?

-Cambia todo de un estilo a otro y uno puede experimentar pasiones distintas. Un músico es también un actor, porque debe sumergirse en las sensaciones de cada género. Hay que meterse en el papel durante una actuación para que ese mensaje alcance al público, y se puede construir algo maravilloso dentro de cada estilo. Los Beatles han pasado a la historia de la misma forma que lo hizo Beethoven. Además, con la música se entrena la velocidad, el compás y el ritmo, y eso proporciona una agilidad mental que se traslada a todas las demás funciones de la vida.

-¿Qué ha echado en falta como directora del Coro Liceo?

-Considero que nos han valorado mucho, hemos recibido un buen trato por parte de las instituciones, y el público ha sido muy afectuoso y ha tenido un comportamiento fantástico, pero desearía que acudiésemos a algún sitio como embajadores musicales de Vilagarcía. Queremos realizar algún viaje como representantes de la ciudad, que nos exploten como imagen del municipio.

-¿Cuáles son las perspectivas de futuro para la asociación?

-La perspectiva es continuar mejorando, no dejar de evolucionar. A mis alumnos les pedía que se fijasen en lo que podían sentir al agitar un abanico en función de cuánto lo abriesen. Con la música ocurre lo mismo. Hay que probar nuevas alternativas de este arte para saborearlo cada vez más. Como decía un grande, "se puede vivir sin música, pero con ella se vive mucho mejor".

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