Las medidas de seguridad vial instaladas en el cruce de la PO-300, que comunica esta carretera con el campo de fútbol de Burgáns, en Cambados, no han dado el resultado previsto, ya que este punto continúa registrando accidentes. El último tuvo lugar en la mañana de ayer y se saldó tan solo con daños materiales, pero ha venido a confirmar lo que los vecinos creen desde que se llevó a cabo la actuación: las medidas no funcionan y han servido de muy poco.

Mientras se procedía a la retirada de los vehículos, el tráfico se desvió por una zona que pertenece a un bar, lo que provocó daños en los árboles que están allí instalados. Además, en el cruce se encuentra una farola que no ha sido retirada de la calzada, por lo que continúa suponiendo un peligro para la circulación.

Entre las posibilidades que existen para acabar con las situaciones de riesgo para el tráfico en la zona estaría la de instalar semáforos. Esa propuesta está encima de la mesa, señalan los vecinos, "pero las cosas de palacio van demasiado despacio y continuamos con los problemas de seguridad vial porque la instalación de un carril de deceleración sobre un paso de peatones no ha servido para nada; es más, puede acabar provocando un accidente más grave", explican. Esperan que se solvente cuanto antes esta situación con la instalación de semáforos.