El silledense Manuel Grela es otro de los ganadores que se ha concentrado frente a la fábrica de Larsa, en Vilagarcía. Afirma que lleva desde el lunes en las protestas, sin casi pisar su casa, y que "lo llevo mal. Estoy cansado porque el cuerpo va cada vez más débil. Estoy aquí, pero también pensando en el trabajo de casa". Grela cuenta con 40 vacas en producción, y lleva casi 20 años en la ganadería.

Manuel Grela plantea que este periodo de protesta le afecta a su trabajo "porque me obliga a retrasar toda la cosecha del maíz y hay trabajos en casa que antes hacían dos personas y que ahora tiene que hacer una". Pero considera que la lucha en la que se han embarcado es justa y que hay que esforzarse para que la administración y la industria láctea le den un tratamiento mejor a los ganaderos gallegos.