La lonja de Portonovo acogió en la mañana de ayer un acto de homenaje a la única superviviente del naufragio del vapor Santa Isabel, en el que fallecieron cerca de 250 personas a escasos metros de la costa en un trágico suceso ocurrido en 1921.

Carmen Vázquez Otero, que tenía un año de edad cuando sucedió la tragedia, compartió con los asistentes al acto algunos de los recuerdos que conserva tras la transmisión oral relatada por su madre, con la que viajaba, en la compaña de un hermano mayor, en el momento del accidente.

Carmen Vázquez tuvo ocasión de disfrutar de la exposición montada en la lonja de Portonovo por Celestino Viéitez, estudioso de este naufragio, y estuvo acompañada por el alcalde de Sanxenxo, Gonzalo Pita, y la concejala de Benestar Social, Sandra Fernández Agraso, así como por el patrón mayor de Portonovo, José Antonio Gómez.

Gonzalo Pita y Sandra Fernández Agraso obsequiaron con un ramo de flores a esta mujer de 97 años de edad que hizo gala de una memoria extraordinaria, recordando alguno de los detalles que le relatara su madre. También el patrón mayor quiso regalarle un escudo de la Cofradía y el organizador de la exposición un libro sobre la misma; regalos que consiguieron emocionar a la mujer.

Carmen Vázquez Otero reside en Soutullo, en la parroquia de Noalla, y desde la ventana de su casa tiene una vista amplia de Sálvora, isla frente a la que se produjo el naufragio del Santa Isabel.

Relato de viaje

Ayer compartió con quienes se acercaron a la lonja detalles de su experiencia personal. Carmen Vázquez cogió el Santa Isabel en Cádiz, puerto al que llegó procedente de Buenos Aires, donde quedaba su padre. Regresó a España acompañando a su madre y a un hermano y en el puerto andaluz embarcó en el vapor, que hacía ruta hasta San Sebastián, con intención de hacer escala en Vilagarcía. Tanto ella como su familia consiguieron salvarse, pero mantienen vivo el recuerdo de la tragedia ocurrida frente a la playa de A Lanzada, a la que llegaron muchos cadáveres. La exposición sobre el Santa Isabel, aunque con un formato mucho más humilde, recaló ya el año pasado en Sanxenxo y Carmen Vázquez se descubrió en una de las imágenes. Se puso en contacto con los organizadores para relatar su experiencia y ayer el gobierno local quiso hacer visible la historia personal de esta superviviente.