Las ayudas materiales y económicas promovidas a nivel local y autonómico originan otra vuelta de tuerca en la situación de centros de enseñanza, libreros y familiares de alumnos.

La renta determinará qué contribuciones monetarias se otorgan a las familias gallegas. Para estudiantes de Primaria, las aportaciones se sitúan entre los 90 y los 170 euros, y los de Secundaria podrán embolsarse entre 104 y 180 euros.

El gasto aproximado en estos ejemplares supera los 200 euros en el caso de jóvenes que preparan cursos de Secundaria, y se acerca a esa cantidad si se trata de estudiantes de Primaria.

El banco de libros establecido por ley funcionará a modo de préstamo y, de nuevo en función del nivel de renta, podrán conseguir el lote completo que corresponde a la escuela y al curso en que se encuentra matriculado el estudiante. Este almacén proporcionará libros de texto a alumnos de 3º y 5º de Primaria y de 2º y 4º de ESO.

Profesores y miembros de asociaciones de padres manifiestan su escepticismo en torno a la organización de esta medida.

"Por supuesto que la enseñanza debe ser libre y gratuita en la práctica", declara María José Álvarez, directora del colegio A Escardia, al valorar esta cuestión, pero puntualiza que "el sistema anterior de préstamo funcionaba bien".

Álvarez explica que, entonces, el procedimiento consistía en que "el colegio compraba los libros con una partida otorgada por la Xunta y el material se devolvía al completar la temporada lectiva". Los padres debían pagar los libros de texto si se deterioraban demasiado o se extraviaban. La directora de este centro vilagarciano sentencia que "a veces se corrigen cosas de forma innecesaria".

Los diferentes colectivos de padres de alumnos también recelan de esta propuesta. Iria Uzal, presidenta de la Anpa del Ceip A Torre de A Illa, pone el foco en el caso particular de los habitantes de este municipio arousano. "Aquí hay mucha gente que vive, sobre todo, del mar, y existe una multitud de rentas muy parecidas, por lo que una diferencia escasa deja a algunas familias sin el paquete de libros". Loli Lago, de la coordinadora de Anpas de Vilagarcía, apunta que "ahora se ofrece algo que se incluía en el cheque anterior".