El bateeiro Miguel Míguez Magdalena, miembro de la comunidad de montes vecinales en mano común de San Vicente de O Grove y persona ligada al mundo de los concursos caninos, presentaba en mayo, a través de FARO, una producción de lechugas ecológicas de hasta 85 centímetros de diámetro que inmediatamente se convirtieron en objeto de deseo para amigos, familiares e incluso propietarios de algún que otro restaurante.

Tras el éxito cosechado con aquella importante producción, ahora da a conocer los logros experimentados en su plantación de tomates, en la que incluso utilizó agua de mar para regar -lógicamente rebajada para reducir el contenido en sal-, sabedor de que de este modo podía aportar más minerales al suelo.

El resultado son tomates de hasta 1.350 gramos de peso que no solo se caracterizan por su gran tamaño, sino porque "están completamente macizos", es decir, que son "todo carne" en su interior.

Tras recibir decenas de felicitaciones a través de las redes sociales, tanto por las lechugas obtenidas en su momento como por los tomates que ahora presenta en sociedad, Miguel Míguez Magdalena se muestra orgulloso, pero también dispuesto a seguir empleándose a fondo para divertirse sacando el máximo partido a su huerto ecológico, que va a camino de ser diferenciado con una marca de calidad.

Hace tres meses este conocido vecino grovense ya había anticipado que el año que viene quiere certificar la finca como "huerta ecológica", para de este modo "garantizar la calidad de toda la producción" y diferenciarla, sin descartar el cultivo intensivo de verduras y hortalizas.

Si sigue así puede que esto que ha comenzado como un entretenimiento y una forma de relajación con la que se evade de los problemas del día a día acabe convirtiéndose en una salida laboral y profesional para Miguel Míguez, pues se lo toma muy en serio y trata de mejorar permanentemente su pequeño invernadero, el cual, no cabe duda, tendrá que ampliar muy pronto.

Prueba de que se lo toma muy en serio, de ahí los buenos resultados cosechados, es que hace todo lo necesario para asegurarse de que el suelo de su invernadero tiene un PH neutro y humedad controlada, además de disponer de una serie de plantas que utiliza como indicadores biológicos y le permiten detectar "la carencia de nitrógeno, potasio, fósforo, magnesio, hierro, cobre y molibdeno". Además, cabe recordar, Miguel Míguez Magdalena fabricó sus propios fertilizantes ecológicos, los cuales utiliza a lo largo del ciclo de cultivo dependiendo de lo que le digan las plantas que usa como bioindicadores.