La asociación mejillonera Illa de Arousa y dos exsocios se enfrentan en los juzgados de Vilagarcía por un presunto impago. Ninguna de las dos partes quiere hacer declaraciones sobre el litigio, pero este periódico ha podido saber que se debe a un presunto impago de una o más partidas de mejillón que los dos demandantes, que son hermanos, habrían entregado en su día a la cooperativa bateeira.

Al parecer, el origen del problema se remonta a unos años atrás, cuando la asociación pagó con sus fondos a los socios unas partidas de mejillón que los compradores no llegaron a abonar. En una asamblea se acordó entonces repartir el coste de esa operación entre los socios, para que no provocase un agujero contable en la asociación, y se votó repartir esa cantidad entre los socios, que tenían que ir pagándola en varios años.

Pero los dos demandantes abandonaron hace un tiempo la sociedad por discrepancias con la directiva, y al parecer se fueron sin satisfacer completamente la deuda que tanto ellos como todos los demás cooperativistas habían contraído con la asociación por el anterior impago de los compradores.

Lo que hizo entonces la cooperativa fue "cobrarse" ese dinero de lo que tenía que abonarle a los bateeiros por las partidas de mejillón que estaban pendientes de facturar cuando ambos abandonaron el colectivo. Una decisión que les sentó mal, hasta el extremo de denunciarla en los juzgados. La vista oral se celebró ayer en los juzgados de Vilagarcía, y acudieron unos 50 bateeiros de A Illa, que intentaron demostrar de ese modo que están del lado de la dirección de la cofradía y que creen que la culpa es de los bateeiros que se fueron.

La cooperativa isleña cuenta con unos 150 socios, y es una de las más importantes de Galicia en su sector. Al parecer, en los últimos años se produjo alguna baja más, pero en esos casos el consejo rector y los socios salientes llegaron a un acuerdo sobre el abono de las cantidades pendientes. Ese acuerdo no se produjo en el presente caso, de ahí que llegase a la vista oral celebrada ayer. El juicio queda visto para sentencia.