Establecimientos Otero, que es una de las empresas más antiguas y emblemáticas de Cambados, está pasando por momentos difíciles debido al brusco descenso de ventas de los últimos años. De ahí que la dirección de la firma haya convocado a los trabajadores para exponerles la situación y la posibilidad de que haya que adoptar algunas medidas de ajuste.

Este periódico ha podido saber que ya se ha celebrado al menos una asamblea de trabajadores para abordar las consecuencias del descenso de ventas, y que además la empresa ha cerrado unas dependencias que tenía alquiladas tanto en la avenida de Galicia -al lado del edificio donde se encuentra la tienda central- como en la calle Lugo, donde tenían un almacén que funcionaba como ferretería. Las tiendas centrales de la firma, sin embargo, siguen funcionando con normalidad.

Otero tiene en torno a medio centenar de empleados, la gran mayoría de Cambados. El negocio hunde sus raíces en los últimos años del siglo XIX, cuando el vecino de A Illa Serafín Otero Suárez abrió una ferretería en Fefiñáns junto a su esposa, Elena Otero Santórum. Pronto se trasladaron a su ubicación actual en la avenida de Galicia, y la empresa inició una nueva etapa de fuerte crecimiento en 1963 al diversificar y ampliar los artículos que vendía. El grupo también tiene una mueblería en Corvillón y un gran almacén en el polígono industrial de Cambados, especialmente pensado para la construcción. La profunda crisis de este sector parece ser de hecho una de las razones por las que bajó la facturación, lo que podría tener consecuencias sobre el personal.