La noche más corta y mágica del año transcurrió en la comarca de Arousa con normalidad al no registrarse grandes incidencias, más allá de macetas o contenedores desplazados y alguna hoguera que no fue apagada correctamente. La consecuencia más insólita de la noche de San Juan se produjo en Valga, donde apareció un pequeño cordero atado al consistorio. Protección Civil recibió el aviso a las siete de la mañana y trasladó al animal a una finca privada. Los efectivos están buscando al dueño del cordero.

El hecho de que hoy fuese un día laborable y la inestabilidad meteorológica provocaron que esta noche de San Juan se concentrasen menos personas en las playas arousanas. Debido al mal tiempo, algunas asociaciones de vecinos suspendieron las cachadas que tenían previstas.